El impuesto para autos de alta gama ya puso primera en el Congreso. Con media sanción de la Cámara de Diputados, el proyecto de ley que modifica Impuestos Internos determina nuevas escalas de gravamen para quienes adquieran autos de más de 170.000 pesos. El aumento de la alícuota –que incluye bienes suntuarios como motos, embarcaciones y aviones- aún debe ser ratificado por el Senado, pero las repercusiones no tardaron en llegar.
Un estudio de la Asociación de Concesionarios de Autos de la República Argentina (ACARA) calculó que son más de 25 las marcas alcanzadas por el impuesto, 120 modelos con 370 variantes y abarcaría al 55% de los modelos que se comercializan en el país. "Esto representa el 15% de la facturación del sector", continúa el informe.
Sin embargo, el impacto de la inflación rápidamente modificaría estos números de cara a 2014, cuando se comenzará a aplicar el gravamen. Por una variación de precios que la Asociación calcula en un 20%, el impuesto afectará a 148 modelos y 534 versiones. Esto quiere decir que siete de cada 10 modelos que se comercializan en el país quedarán alcanzados por incrementos de entre el 30 y el 50% de su precio.
¿Qué dice el proyecto presentado por el Ejecutivo? La modificación de la Ley 24.674 deja exento del gravamen a los autos cuyo precio de fábrica –sin considerar impuestos previos- sea igual o menor a $170.000, se aplica el 30% para valores de entre $170.001 y $210.000, y el tributo es del 50% para los autos por encima de los 210.000 pesos.
De esta forma, un vehículo con precio de fábrica de $170.000 llegaría al público en $239.000 al sumarle IVA, Ingresos Brutos, margen del concesionario y patentamiento, mientras que un auto de $170.001 se vendería al público con un valor de $312.000 al agregarle el impuesto del 30 por ciento. "La diferencia de un peso implica que el precio público sea $73.000 mayor", especifica el informe.
El precio de fábrica de un auto de $210.000 llega a $385.000 al público por el gravamen del 30%, pero si el vehículo cuesta tan sólo un peso más, comienza a aplicar el impuesto del 50% y el valor se eleva a 505.500 pesos. La diferencia en este caso son 120.500 pesos.
Este impuesto a los autos de alta gama incide en un total de 26 marcas, y en la mitad de ellas afectará a todos sus modelos. Es el caso de Alfa Romero, Audi, BMW, Land Rover, Mini y Porsche, entre otros. El impuesto hoy llegaría al 1,3% de los modelos de Ford, pero escalaría al 16% por la inflación en 2014. En el caso de Peugeot, pasaría del 3,2 al 35,3% de los modelos el año que viene.
"Si bien el sector avala la preservación de las reservas (del BCRA), creemos que la medida no es la más adecuada", detallan desde ACARA. En este sentido, calculan una reducción mínima del 50% en las ventas de los vehículos afectados. "El Estado se ahorraría u$s810 millones en divisas en 2014, pero dejaría de recaudar u$s1.010 millones de dólares en concepto de impuestos", concluyen. El sector de concesionario está compuesto por 800 empresas, con 60.000 puestos de trabajo directos y 40.000 indirectos. El presidente de ACARA, Abel Bomrad, advirtió que el impuesto "afecta a toda la cadena de valor" y que por ello hay riesgo de "despidos".
A contramano, la Cámara de Comercio Automotriz estimó que la suba que plantea el Gobierno sobre los autos de alta gama "no va a tener un cambio sustancial en estos meses". Alberto Príncipe, presidente de la Cámara, aseguró: "La medida atiende a la capacidad contributiva de los consumidores de este tipo de bienes, propendiendo a una mayor equidad y respetando el principio constitucional de igualdad".
El proyecto que modifica los impuestos internos también establece escalas para las motos. La excepción rige para los montos iguales o inferiores a $22.000 –sin considerar impuestos-, mientras que el 30% se aplicará de los $21.001 a los 40.000 pesos. Las motocicletas que superen este valor deberán tributar con una tasa del 50 por ciento.