Los festejos en Croacia por la clasificación de su selección para el próximo Mundial de Brasil se han visto ensombrecidos por un polémico grito fascista hecho por el defensa croata Joe Simunic tras el encuentro decisivo el martes contra Islandia en Zagreb.
En la euforia tras el triunfo, Simunic se hizo con el micrófono del estadio Maksimir y exclamó un conocido lema de los ustachis, los fascistas pro-nazi croatas de la Segunda Guerra Mundial. "Za dom" ('Por el hogar'), exclamó varias veces Simunic, a lo que miles de personas del público respondían con "Spremni" ('listos').
Ese era uno de los lemas de los ustachis, que entre 1941 y 1945 lideraron el Estado Independiente Croata, un protectorado de la Alemania hitleriana donde fueron asesinados cientos de miles de judíos, serbios, gitanos y disidentes políticos.
El presidente croata, Ivo Josipovic, representantes del Gobierno y otras instituciones nacionales pidieron una reacción urgente de la Federación Croata de Fútbol (HNS) por ese incidente. El mandatario calificó los gritos del jugador del Dinamo Zagreb como "completamente inapropiadas" e instó a la HNS a actuar "si desea mantener su autoridad".
También el ministro de Educación, Zeljko Jovanovic, pidió una "reacción urgente" por parte de los presidentes del Comité Olímpico Croata, Zlatko Matesa, y de la HNS, el ex madridista Davor Suker. "Les pedimos información urgente acerca de sus reacciones y las medidas que tomarán", señala un comunicado ministerial.
El propio Simunic, un australiano de origen bosnio-croata, trató de minimizar el incidente al explicar: "Como croata nacido en el extranjero, la palabra 'hogar' la asocio con amor y calor, y no con odio y destrucción".
La Fiscalía de Zagreb comunicó haber pedido de la Policía un informe sobre los acontecimientos para "decidir acerca de la posible infracción", ya que la legislación croata no prevé para ese tipo de desmanes responsabilidad penal. El seleccionador croata, Niko Kovac, no quiso comentar el incidente.