La disposición, desconocida hasta el momento, es tan amplia que abre la puerta para cualquier tipo de maniobra. Sólo el presidente podrá determinar qué o quién "atenta" contra Venezuela.
El texto definitivo de la ley que se aprobó este martes vino con una sorpresa que no estaba en el proyecto presentado por el mismo Maduro en la Asamblea Nacional. La Habilitante ahora contempla la capacidad del presidente Maduro para "dictar normas que sancionen las acciones que atentan contra la seguridad y defensa de la nación, las instituciones del Estado, los Poderes Públicos y la prestación de los servicios públicos indispensables para el desarrollo y la calidad de vida del pueblo".
Según el diario venezolano El Nacional, con este párrafo, el primer mandatario gana atribuciones para legislar y establecer sanciones para castigar, por ejemplo, sabotajes al sistema eléctrico.
No se trata de una facultad menor si se tiene en cuenta que el presidente bolivariano ha instaurado el tema de los superpoderes como una "guerra económica". Desde que ganó -con un margen muy ajustado- las elecciones de abril pasado, Maduro busca estos superpoderes. En paralelo, lanzó su cruzada contra la oposición y los empresarios, a los que acusa de buscar "la desestabilización" del país.
Esta nueva prerrogativa, tan amplia como confusa, lo habilitaría sin límites para castigar -incluso con prisión- a sus enemigos. A través de un decreto podrá determina qué o quién atenta contra "la seguridad y defensa de la nación, las instituciones del Estado, los Poderes Públicos y la prestación de los servicios públicos indispensables para el desarrollo y la calidad de vida del pueblo".