Tal como lo solicitó la ONU, comenzó a llegar la ayuda internacional para acelerar el proceso de reconstrucción en Filipinas tras el arrollador paso del tifón Haiyan.
La llegada de soldados de la Marina de Estados Unidos ayudó a mejorar la distribución de ayuda en las zonas arrasadas por el fenómeno natural. "Están aterrizando helicópteros cada minuto que llevan paquetes de ayuda", afirmó el vocero de la organización de cooperación alemana I.S.A.R. Germany, Mark Rôsen, desde Tacloban.
Desde esa ciudad se distribuyen los paquetes de asistencia al resto del país, donde esperan cientos de miles de sobrevivientes desde el viernes pasado.
Además, Estados Unidos también movilizó su portaaviones USS Washington, que llegó a las costas de Samar, precisamente donde tocó tierra Haiyan el viernes pasado.
El barco lleva a bordo a unos 5.000 soldados y más de 80 aviones y helicópteros. La tripulación apoya a las tropas norteamericanas que ya están activas en el aeropuerto de Tacloban. Los helicópteros Black Hawk pueden transportar hasta 1000 kilos de peso.
Despegan una y otra vez desde el aeropuerto con la ayuda; sobre todo, alimentos y agua potable. A su vez, en el puerto, el carguero USNS Charles Drew trajo a bordo 7.000 litros de agua y comida. Mientras tanto, el gobierno filipino rechazó las críticas acerca de que la ayuda llega demasiado tarde y argumentó que el alcance de la a href="http://www.infobae.com/temas/catastrofe-a1873" rel="noopener noreferrer" catástrofe/a superó a todos.
En tanto, China decidió aumentar su aporte a las víctimas, después de haber recibido críticas por la irrisoria donación de 200.000 dólares anunciada en un primer momento.
El gigante asiático decidió, "hace unos días, aportar una ayuda suplementaria equivalente a 10 millones de yuanes (Unos 1,6 millones de dólares) en frazadas, carpas y otros materiales", declaró Qin Gang, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores.
"Habrá miles de carpas y decenas de miles de frazadas. Esperamos que puedan ser transportadas a las zonas afectadas rápidamente", declaró Qin Gang y dijo que se trataba de "un testimonio de solidaridad".
Hasta el momento, China había anunciado la entrega de 100.000 dólares al gobierno de Filipinas y un monto equivalente a la Cruz Roja china, sumas muy inferiores a la ayuda brindada por otros países, lo que desató una ola de críticas en el extranjero.
"La segunda economía del mundo se saca de encima las moneditas en un archipiélago devastado por la tormenta", tituló la revista estadounidense Time, que calificó la suma de "insultante" y criticó "la mezquindad" de China.