El pasado miércoles el gobierno colombiano dio un gran paso en las negociaciones de paz con las FARC, al llegar a un acuerdo en el punto dos de la agenda, sobre la participación política. Sin embargo, a partir de ahí se desataron numerosos interrogantes con relación a cómo será la aplicación de este acuerdo, una vez que el grupo narco guerrillero deje las armas.
Sectores de la oposición y parte de la sociedad desde el comienzo se han mostrado reticentes a un proceso de diálogo con las FARC. Por eso, ahora apuntan contra el presidente Juan Manuel Santos por temor a que los guerrilleros tengan incidencia en la vida política del país.
"Un movimiento social asociado a las FARC, una vez se desarmen, puede presentar un candidato, pero este debe competir con los candidatos de otros movimientos, de víctimas o campesinos, por ejemplo", explica el comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, según consigna El Tiempo.
Asimismo, en las zonas donde mayor impacto ha generado la guerrilla, los habitantes tendrán la oportunidad de votar por su representantes preferidos para ocupar las bancas de la Cámara.
Una encuesta realizada recientemente por la Universidad de los Andes arrojó que el 69,3% de los habitantes de zonas de conflicto se mostraron en contra de cualquier participación política de los combatientes.
No obstante, ese medio apunta que uno de los mayores obstáculos que deberá afrontar este acuerdo entre el Gobierno y las FARC, será garantizar la seguridad y transparencia a los ciudadanos que competirán con ex guerrilleros por las bancas.
Por su parte, el jefe de los negociadores del gobierno de Santos, Humberto de la Calle, asegura que las circunscripciones especiales "no son para fomentar la representación del movimiento que surja de las FARC, sino para aumentar en forma transitoria la presencia en la Cámara de territorios que por razón del conflicto se han visto marginados del sistema representativo".
En esa línea, Jaramillo agrega que el acceso a esas bancas están concebidas como "una medida de integración territorial, de inclusión y reparación para las regiones que han estado por fuera del radar de la representación política".
Por eso, el gobierno colombiano dispuso que los habitantes de esas zonas azotadas por el conflicto tengan derecho a dos votos. Es decir, podrán participar también en la elección de los candidatos de sus departamentos.
Sin embargo, ¿qué necesitarán los grupos políticos que surjan de las FARC, en caso de desarme? Necesitarán el 3% del potencial de votantes. Asimismo, la Fiscalía tendrá un rol importante, para garantizar la transparencia y seguridad de esta participación.