The Town (2010)
El golpe más prolífico de criminales imitadores fue de un grupo de hombres en Nueva York que realizó 62 robos por u$s217.000 en efectivo con varios negocios de Brooklyn y Queens. Copiaron técnicas del filme tales como cortar la energía para que los empleados no puedan pedir ayuda, llevar cascos mineros con faros para ver en la oscuridad y tirar cloro a los equipos usados para destruir los rastros de ADN. Sin embargo, el plan no les impidió ser atrapados y admitir a la Policía que se basaron en el guión de Ben Affleck.
El club de la pelea (1999)
El delito más grave vinculado a una película fue en Nueva York durante el Día de los Caídos en 2009. Bombas caseras se colocaron en varios puntos de la ciudad, incluyendo un Starbucks. Los atentados fueron imputados a Kyle Shaw, miembro de un "Club de pelea" ilegal, luego que él se jactara de ello con sus compañeros.
El caballero de la noche (2008)
Un año después del éxito de taquilla que logró el Oscar póstumo para Heath Ledger por su interpretación de "El Guasón", una profesora de Indiana se defendió de una estudiante que la atacó con una hoja de afeitar. El dato es que antes de eso había pedido permiso para ir al baño a maquillarse y cortarse las mejillas para tener la peculiar sonrisa del villano de Batman.
El juego del miedo (2004)
Inspiradas por la saga que muestra el sadismo de un asesino que secuestra a personas para hacerlas luchar por sus vidas, en 2007 dos adolescentes de Winchester hicieron una broma pesada a una anciana llamada Beverly Dickson. "Hemos encerrado a una amiga tuya en un lugar de tu casa. Debes encontrarla en 10 minutos y sacarle el corazón, o llenaremos el edificio de gas venenoso. Es tu juego: ¿quieres vivir, o morir?", decía el mensaje. La mujer, que tenía problemas de salud y acababa de llegar a su hogar luego de asistir a un entierro, sufrió un derrame cerebral y arrastra secuelas desde entonces.
Proyecto X (2012)
La cinta seguía en cartelera y la Policía de lugares tan diversos como Holanda, Texas y Florida enloquecía por fiestas de adolescentes que destruían viviendas y, alcoholizados, enfrentaban a las fuerzas de seguridad que intentaban detener a la multitud. Propiedades destruidas y heridos por arma de fuego, muchas familias tuvieron multas de miles de dólares por vandalismo. La idea ha creado tantos disturbios que hasta Warner Brothers declaró: "Chicos, es una película. Ya basta".
Chucky (1988)
Enfermo de esquizofrenia y con 35 víctimas mortales en su expediente tras un tiroteo en 1995, Martyn Bryant es el asesino más sanguinario de la historia de Australia. Lo llamativo es que confesó estar "obsesionado" con la saga del muñeco poseído. Sin embargo, en vez de objetos cortantes tendría preferencia por rifles semiautomáticos como el que utilizó en la Masacre de Port Arthur.
John Allen Muhammad, apodado el "Francotirador de Beltway", fue responsable de 10 asesinatos disparando con un rifle desde el baúl de un auto en marcha durante octubre de 2002. Su cómplice, Lee Boyd Malvo, declaró haber visto "más de 100 veces" la película que retrata dos mundos paralelos.
Asesinos por naturaleza (1994)
Con guión de Tarantino, Oliver Stone contó una historia de psicópatas con Juliette Lewis y Woody Harrelson en los roles protagónicos. Tras la gran cobertura mediática en torno a su estreno, se la considera uno de los filmes que más crímenes inspiró. Eric Tavularis mató a su novia en Milwaukee en 2008 y afirmó haber visto la película 20 veces. Pero el caso más recordado fue el asesinato en 1995 de William Savage. El escritor de best sellers John Grisham era amigo de Savage y demandó a Warner Bros por haber estimulado a Sarah Edmonson y Benjamin Darras, los dos jóvenes que lo asesinaron y dejaron parapléjica a otra víctima por un tiro en la cabeza.
La naranja mecánica (1972)
La obra más controversial del cineasta Stanley Kubrick motivó a varios fiscales del Reino Unido a citarlo como inspiración de actos de violencia. Algunos hechos famosos son el asesinato de un joven de 14 años a manos de un compañero de clase vestido como los protagonistas del filme y la violación colectiva a una chica alemana en Lancashire mientras cantaban "Singin' In The Rain".
El director Wes Craven resurgió en los '90 con un nuevo clásico para el género de terror. Tres años después del estreno, Daniel Gill y Robert Fuller le clavaron 18 puñaladas a un amigo en Inglaterra. Su abogado afirmó que el intento de homicidio, al cual la víctima sobrevivió, se debió a que ambos creían recibir mensajes sobrenaturales de "Ghost Face", el asesino protagonista de la exitosa película.
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