Previamente el consejo de gobierno del BCE decidió por sorpresa recortar su tasa de interés rectora en un cuarto de punto, hasta el mínimo histórico del 0,25%, en contra de todos los pronósticos.
El presidente del BCE explicó que "no observamos una deflación en la zona del euro" y que "vemos un período prolongado de baja inflación".
Draghi añadió que el BCE será más claro respecto a sus pronósticos de inflación en diciembre cuando presente sus nuevas proyecciones macroeconómicas. Además, el presidente del BCE explicó que el consejo de gobierno tomó la decisión de bajar las tasas de interés sin unanimidad pero que una mayoría suficiente vio argumentos a favor.
Asimismo Draghi dijo que el tipo de cambio del euro no fue discutido en la reunión y que sólo es importante para los pronósticos de inflación y crecimiento pero no es un objetivo de política monetaria.
El euro cayó con fuerza tras el recorte de los tipos de interés tres centavos de dólar, hasta 1,3350 dólares, desde los 1,3510 dólares. La moneda única perdía posiciones frente a otras divisas como el yen y la libra esterlina y las bolsas europeas subían.
Muchas empresas exportadoras ya notaron en sus resultados en el tercer trimestre los efectos negativos de la fortaleza del euro frente a otras divisas.
Preguntado por la reacción de los mercados al sorprendente recorte de los tipos de interés, Draghi simplemente dijo que "los mercados van y hacen lo que quieren".
Draghi se mostró convencido de que se redujo la fragmentación en la zona del euro y que la situación "es un poco mejor que hace unos meses". El BCE observa que mejoró el préstamo interbancario de los países que no están en crisis a los países de la zona del euro que atraviesan dificultades.