El museo Folkwang de Essen manifestó su "sospecha fundada" de que muchas de las obras robadas durante el nazismo y recientemente halladas en Munich pertenecen a su colección; reclamo al que ya se sumaron museos de toda Alemania, incluso uno de Tel Aviv.
Se trata de cerca de un millar y medio de cuadros de grandes maestros como Picasso, Chagall y Klee, muchos incluso desconocidos hasta el momento, que datan del siglo XVI al XX, conservados en forma profesional y en muy buen estado, en la casa de Cornelius Gurlitt.
La Fiscalía advirtió sobre lo "complejo" de los procedimientos: primero se deben identificar y catalogar los lienzos, proceso cuestionado por la Comisión de Arte Expoliado ante la ausencia de un inventario público; y luego enfrentar la cuestión jurídica de cuadros que van desde Matisse a un August Macke valuado en 1.300 millones de dólares.
Ocurre que más allá de que la Justicia deba definir quiénes son los propietarios legales de cada cuadro, no todos fueron apropiados durante el nazismo, un buen número fue adquirido en el marco de la legalidad.
Saldado ese paso, la Justicia alemana deberá enfrentar procesos paralelos: uno más breve para restituir a cerca de un centenar de museos las obras consideradas "arte degenerado" por el régimen nazi, el que no reflejaba sus ideales; y el más complejo que consiste en resarcir a los herederos de coleccionistas judíos robados u obligados a vender su patrimonio entre 1933 y 1945.