El futuro de Jorge Néstor Mangeri, el portero detenido como presunto autor del crimen de Ángeles Rawson, comenzó a definirse este miércoles con el inicio de una nueva junta médica y una audiencia oral ante la Cámara del Crimen, para determinar si atacó sexualmente a la joven y si son válidas las pruebas de ADN.
En primer término, el informe de la junta médica concluyó que si bien la joven no llegó a ser violada, murió en el marco de un ataque sexual que duró entre 2 y 4 minutos, y que ocurrió entre las 11 y las 17 horas del pasado 10 de junio.
A esta conclusión se arribó tras analizar las 55 muestras de los tejidos genitales y paragenitales de la joven, así como las heridas en su ingle, sus glúteos, sus rodillas y sus manos.
Específicamente, los resultados de los análisis histopatológicos (la observación en microscopio de los tejidos) revelaron que las lesiones paragenitales que Ángeles presentaba en la ingle y en los muslos fueron producidas cuando aún estaba con vida y esas marcas son las que le valieron a los médicos para determinar que la chica fue atacada sexualmente pero no violada. En la imagen de esta nota -difundida por C5N- son las que aparecen con los números 5 y 8.
En cambio, creen que no fue violada por parte de su agresor porque las lesiones en la vulva son post mortem.
También detectaron que algunas fracturas de huesos en la zona torácica se produjeron cuando aún estaba con vida, pero no todas las que había citado el forense que realizó la primera autopsia, Héctor Konopka, que en esta junta fue excluido por orden del juez.
Por eso, este punto será estudiado en mayor profundidad por el magistrado, dijeron fuentes judiciales a la agencia Télam. Se cree que Ángeles sufrió varias fracturas de sus costillas por los golpes que le habría provocado su asesino al intentar violarla, algo que finalmente no se concretó, aunque sí el ataque sexual.
En tanto, Mangeri tiene 8 lesiones que lo comprometen y que llevarían a asegurar que Ángeles se defendió durante el abuso, sobre todo con su mano hábil, la derecha, que es la que resultó con más heridas y la que tenía más restos de ADN del portero.
Los peritos también concluyeron que la adolescente murió por asfixia, luego de ser estrangulada con las manos de su agresor, y que no hubo agonía, lo que desmiente que haya fallecido en la compactadora del Ceamse. Las fracturas que tenía en el cuerpo son post mortem.
Esto representa un nuevo revés en la situación procesal del portero, ya que actualmente está acusado de homicidio simple, y es probable que en los próximos días sea indagado por una figura agravada, como los es el homicidio crimins causa, es decir, para ocultar otro crimen (el abuso sexual), por lo que podría ser condenado a prisión perpetua.
Más temprano, a las 9:30, en la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, ubicada en la calle Viamonte 1147, se hizo la audiencia oral en la que la defensa de Mangeri intentó sostener el planteo de nulidad –rechazado en primera instancia–, en el que afirman que hubo contaminación en los estudios de ADN que incriminaron a su cliente.
Al término de la audiencia, Franklin Rawson, padre de Ángeles, indicó: "A mí no me queda ninguna duda (de que fue Mangeri). A medida que fue pasando el tiempo todo fue confirmando eso. Esta es una audiencia más, soy muy respetuoso de los tiempos de la Justicia, aunque a veces no son los que uno quiere". Y pidió que se le aplique "la pena máxima que prevé la ley".
A su lado, el abogado que lo representa, Pablo Lanusse, se refirió al pedido de nulidad de la defensa. "No sólo no hubo contaminación –añadió– sino que además no se explicaría cómo se encontró ADN de Mangeri en los restos de la soga con la que él ató a Ángeles Rawson para darle el destino final", afirmó.
Y concluyó: "Si analizamos, vemos que el señor Mangeri hasta dejó su ADN, porque buscó para deshacerse del cuerpo de Ángeles Rawson su tarea habitual que no es otra que la bolsa de residuos y el circuito de residuos. Dejó su ADN genético y su ADN laboral dentro de la escena del crimen".
Por su parte, el defensor de Mangeri, Marcelo Biondi, insistió en que el proceso está "direccionado" hacia su cliente. Y opinó que si los jueces confirman la validez de las muestras "van a terminar avalando una práctica que es equivocada y que va a ser el hazmerreír de todo el mundo y en todos los congresos internacionales".