El profundo dolor de Mirtha Legrand por la muerte de Juan Carlos Calabró

"Estoy muy sentida, muy conmovida", dijo la conductora, quien fue al velatorio a despedir a su gran amigo en compañía de su nieto Nacho Viale

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"Estoy muy sentida, muy conmovida", dijo la conductora, quien fue al velatorio a despedir a su gran amigo en compañía de su nieto Nacho Viale
"Estoy muy sentida, muy conmovida", dijo la conductora, quien fue al velatorio a despedir a su gran amigo en compañía de su nieto Nacho Viale

Mirtha Legrand manifestó su profundo dolor por la muerte de Juan Carlos Calabró, quien falleció este martes a las 7:30 en el Hospital Británico. Alrededor de las 19, la conductora fue a despedir a su gran amigo en la casa velatoria Zucotti, ubicada en el barrio de Palermo.

"Estoy muy sentida, muy conmovida", aseguró la conductora, quien llegó en su vehículo en compañía de su nieto Nacho Viale. "¿Cuál es el mejor recuerdo de Juan Carlos?", le preguntaron.  "El sentido de la amistad que tenía", contestó "Chiquita", que fue amiga de la familia Calabró durante más de 20 años.

"Va a ser muy difícil para Coca. Lo vamos a extrañar, una persona muy especial. Le deja al público su talento", agregó la diva y luego entró a la casa velatoria para saludar a la familia de Juan Carlos.

Tras la salida de Zucotti, Mirtha volvió a hablar con la prensa y recordó cuando ellos se reunían a cenar los sábados: "Hace más de 30 años que somos amigos, desde que hicimos una obra de teatro. Un amigo de la familia (...). Durante 28 años fuimos a cenar. En el restaurante que íbamos le ponen una cinta colorada a las servilletas. Él siempre nos las pedía no sé para qué. El jueves fuimos y sacamos las cintitas y hoy se las traje".

Además, contó que Carlos Rottemberg le dijo que no fuera al Hospital Británico porque Juan Carlos era muy coqueto y no quería que lo viera tan enfermo: "Rottemberg me dijo que no fuera, que no quería que lo viera. Estaba luchando, pobre hombre, es una pérdida muy grande. Sufrió mucho los últimos años, no solo físicamente. Creo que podía vivir sin trabajar, pero necesitaba anímicamente trabajar".

"Era memorioso, era muy cariñoso con sus amigos, se acordaba de los cumpleaños. Cuando murió Daniel (Tinayre) estuvo muy cariñoso con la familia. Era un hombre adusto, serio, que no mostraba sus sentimientos, pero muy genoroso. Era un hombre extraordinario y muy amigo", finalizó Mirtha.

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