Internet profunda o internet invisible o "web secreta" (deep web, en inglés) engloba a todo el contenido que no forma parte de internet superficial, es decir, las páginas indexadas por las redes de los motores de búsqueda. Esto es debido a las limitaciones que tienen las redes para acceder a todas las webs por distintos motivos.
La principal causa de su existencia es la imposibilidad de los motores de búsqueda de encontrar o indexar el 95% de la información existente en internet. Si los buscadores tuvieran la capacidad para acceder a toda la información, entonces la magnitud de la "internet profunda" se reduciría casi en su totalidad. No obstante, no desaparecería totalmente porque siempre existirán páginas privadas.
El tema es de tal relevancia que ocupa la portada de la última edición de la revista iTime/i, con una nota firmada por Lev Grossman y Jay Newton-Small.
En la tarde apacible del 1 de octubre en San Francisco algo cambió para siempre. ¿Qué hay detrás de un hombre alto, flaco, que usa barba crecida hace algunos días, de apariencia común? Por mil dólares por mes comparte una casa con dos amigos, que lo conocen como Josh Terrey, un operador de moneda tranquilo y de perfil bajo. Su verdadero nombre es Ross Ulbricht, tiene 29 años y no posee antecedentes policiales.
Como un día cualquiera estaba en la biblioteca pública de Glen Park sentado en el área de ciencia ficción y había iniciado sesión en su notebook portátil. Un grupo de agentes del FBI irrumpieron en la biblioteca, lo empujaron contra una ventana y lo escoltaron desde el edificio.
El FBI cree que Ulbricht es un criminal conocido en internet como "Dread Pirate Roberts", Roberto el pirata feroz o temerario, en referencia al personaje del libro y la película La novia Princesa. Dread Pirate Roberts es el dueño y administrador de Silk Road, una tienda o "bazar" online pequeña y muy exitosa donde la gente compra y vende cosas prohibidas, como drogas, documentos falsos y software hackeado.
Ullbricht pudo poner en marcha estas ilegalidades porque el sitio "Silk Road" está localizado en la "deep web". Técnicamente la "web profunda" se refiere a la colección de todos los sitios web y bases de datos que los motores de búsqueda como Google no pueden indexar ni rastrear. No se las encuentra vía Google o ningún otro buscador más o menos conocido. Lo más importante de la ideep web/i es el bien más escaso de estos tiempos: el anonimato completo. Nada puede estar asociado con tu identidad en el mundo real, a menos que uno decida que así sea.
La mayoría de la gente nunca logra acceder, aunque el software que se necesita para entrar es gratuito y lleva menos de tres minutos descargarlo e instalarlo. Si hay una parte de la red que puede ser considerada fuera de la red, eso es la "web profunda" y tiene muchas razones válidas para existir.
Es una herramienta esencial para los agentes de inteligencia, la policía, los disidentes políticos y cualquier persona que necesite o quiera conducir sus asuntos en la red pero de manera privada que es, cada vez más, todo el mundo. De acuerdo con un estudio publicado en septiembre por el Pew Internet & American Life Project, el 86% de los usuarios de internet han tratado de eliminar u ocultar su historia digital, y el 55% ha intentado evitar ser espiados por sus propios empleadores privados o estatales o por organismos del gobierno.
¿Pero para qué más puede ser útil la ideep web/i? La policía podría usarla para solicitar información anónima en línea, establecer los operativos policiales y explorar sitios web ilegales, sin que sus propietarios se den cuenta. Agencias militares y de inteligencia podrían utilizarlo para las comunicaciones secretas. El Departamento de Estado podría entrenar disidentes extranjeros para esos fines.
Pero el caso de Silk Road era diferente. Por un lado, era más exigente: sus términos de servicio prohibieron la pornografía infantil, los bienes robados y la falsificación de moneda. Por otra parte, no hizo uso de dólares, sino de bitcoins. Esta moneda virtual fue creada en 2009 y generó un cambio radical. Se presentó como una especie de experimento fiscal teórico por alguien conocido sólo como Satoshi Nakamoto, cuya verdadera identidad sigue siendo un misterio.
Bitcoin es a la vez un sistema de pago y una divisa que es puramente digital, ya que no tiene forma física. Su valor está determinado por la oferta, y la demanda, y solo es válido en tanto individuos y empresas se hayan puesto de acuerdo para usarla. Pertenece a una época en que la confianza en los bancos y el gobierno se ha visto comprometida. Los usuarios pueden transferirlos de un monedero digital a otro sin que las entidades financieras intervengan en la transacción o cobren tasas.
La moneda está completamente descentralizada: su arquitectura se la debe mayormente al sucesor de Napster, BitTorrent, y se basa en la criptografía sofisticada. Bitcoin es esencialmente dinero por internet, casi anónimo y muy difícil de falsificar. El mercado de agricultores era vulnerable porque dejó pistas financieras en el mundo real. En cambio, Silk Road no.
Como Tor, bitcoin tiene razones totalmente legítimas para existir. Se utiliza principalmente para fines legales: decenas de comercios aceptan bitcoins ahora, incluyendo Howard Johnson, el sitio web de citas OkCupid y al menos un bar de Nueva York. Pero este anonimato digital del bitcoin, multiplicado por la fuerza del de la "web profunda", crea una plataforma potencial para las transacciones criminales distinta de cualquier cosa que el mundo real o virtual haya visto jamás.
Los agentes del orden, que participan directamente en este tipo de casos, rápidamente salieron a aclarar que no culpan a la tecnología de estos crímenes. "No hay nada inherentemente malo con el anonimato en la web", dijo el fiscal de EEUU, Preet Bharara. "No hay nada inherentemente malo en ciertos tipos de moneda, como los bitcoins. Al igual que no hay nada inherentemente malo con el dinero en efectivo. Pero resulta ser que también es lo que permite que florezca el tráfico de drogas, el lavado de dinero y el sicariato".