En algunos casos, la demora en el cobro de los productos vendidos al mercado venezolano, que vive un momento de escasez, llega a los cuatro meses.
La situación ya preocupa a los empresarios del gigante sudamericano, especialmente a los que comenzaron a negociar hace poco con Venezuela, y por eso el Gobierno envió una misión al país presidido por Nicolás Maduro para tratar de solucionar el problema.
El lunes pasado, el ministro de Desarrollo Fernando Pimentel y el asesor especial de la presidente para asuntos internacionales, Marco Aurelio García, viajaron a Caracas para conversar con funcionarios venezolanos sobre los retrasos en los pagos.
La semana pasada, Venezuela anunció que tendrá que importar 400.000 toneladas de alimentos de los países de América Latina en noviembre y diciembre, y 80.000 toneladas de carne y granos provienen de a href="http://www.infobae.com/lugares/brasil-a505" rel="noopener noreferrer" Brasil/a, según publica el diario Folha.
El denominado "default temporal" es una consecuencia de la crisis económica en el país caribeño, donde el Gobierno ejerce un fuerte control sobre la a href="http://www.infobae.com/2013/01/21/1065196-venezuela-fugaron-us-145000-m-10-anos" rel="noopener noreferrer" salida de dólares/a que retrasa el pago de sus importaciones. Y si bien el saldo total de los atrasos no ha sido revelado, la cantidad en juego es importante porque Brasil exportó a Venezuela US$ 3.100 millones hasta septiembre.
Al parecer, el mayor problema se está dando en el sector de exportaciones de alimentos, que había recibido el estímulo del gobierno brasileño para aumentar sus ventas a Venezuela por la escasez que sufre esta nación. Dentro este rubro, los principales productos son la carne de res, el ganado en pie, el pollo y el azúcar, además de los medicamentos.
La relación entre Brasil y Venezuela tomó un fuerte impulso en el gobierno de
y siguió al mismo ritmo con Dilma Rousseff, al fomentar alianzas y al defender la administración política de Hugo Chávez y su sucesor, Nicolás Maduro.