Bachelet y Matthei definen qué es la izquierda y qué es la derecha

Las principales candidatas a imponerse en las próximas elecciones presidenciales en Chile expresan sus visiones aparentemente antagónicas de la sociedad

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"Poner en el centro de nuestra actividad política la igualdad de derechos y oportunidades, tener un Estado fuerte y efectivo en garantizar a los ciudadanos derechos sociales básicos y asegurar que éstos serán respetados". Eso es ser de izquierda para Michelle Bachelet, la ex presidenta y líder de la Concertación, que va por un nuevo mandato.

"Creo en el crecimiento económico como motor del desarrollo, pero en una dimensión humana que permite el bienestar para todos y no sólo para un grupo de personas, y con cuidado del medioambiente", agrega.

"Los valores de la centroderecha están asociados con la libertad del individuo, el esfuerzo personal, el mérito, el progreso y la paz", asegura por su parte Evelyn Matthei, la candidata oficialista que, por ahora, marcha segunda en las encuestas, lejos de Bachelet.

Pero relativiza la rigidez de su posición. "Catalogarse de derecha o de izquierda son conceptos muy sobrepasados. Claramente la vida tiene demasiadas dimensiones para encasillarse así. Hoy vemos que las personas son menos ideologizadas que en el pasado. En mi caso particular, la equidad también es un valor muy relevante, que yo considero primordial".

Ambas mujeres expresaron sus visiones de la sociedad que quieren y de los valores que consideran prioritarios en diálogo con la revista Qué Pasa.

Mostrando que en realidad no son tan distintas como parece, las dos eligieron a los países nórdicos como el modelo a seguir.

"En general, admiro a los países nórdicos. Me refiero a sociedades como Finlandia, que es el verdadero campeón mundial en educación, Suecia, Noruega y Dinamarca, entre otros. Porque han puesto la equidad en el corazón de sus políticas públicas", dice Matthei.

"Países que miro como modelos a seguir son los nórdicos socialdemócratas, porque hoy día son ricos, pero a inicios del siglo pasado eran pobres, apostaron que era posible incluir a todos para crecer y crecer para incluir. Y lo lograron", dice Bachelet.

También confirma su parecido que, cuando se les pregunta por los liderazgos internacionales que más reconocen, ambas eligen personajes ligados a la unión y a la concordia: Nelson Mandela para Bachelet y el Papa Francisco para Matthei.

Por otro lado, las dos destacan los mismos valores en los chilenos.

"No dejo de maravillarme por lo diverso y rico que es Chile -dice Bachelet-. No sólo en sus paisajes sino en el coraje, el valor y la fuerza de las personas".

"(Sorprende) La fuerza, la garra y el esfuerzo de la mujer chilena. Sorprende ver como miles de mujeres a lo largo de todo el país son capaces de sacar adelante a sus hijos con cariño y mucho trabajo", afirma Matthei.

En cuanto a los desafíos que enfrentan su fuerza política y el país, Bachelet manifiesta la necesidad de fortalecer las instituciones democráticas. "Hoy la política y sus instituciones están desprestigiadas. Es necesario trabajar para volver a legitimar esta actividad tan esencial. Para lograr esto es muy importante que los partidos políticos vuelvan a actuar como canalizadores y catalizadores de las demandas ciudadanas", dice.

En cambio

Matthei prefiere destacar una virtud de la centroizquierda

de la que la centroderecha carece. "A diferencia de nuestros adversarios políticos,

tenemos un objetivo y un programa en común, pero

claramente a veces

nos cuesta convivir

en forma más tranquila.

El problema que tenemos en la derecha chilena es que nos falta querernos más

", concluye.