Finalmente, el decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Jorge Aliaga, dejó esta mañana su despacho, en el cual durmió, comió y vivió desde el pasado martes. La decisión final dependió del levantamiento de la toma del edificio, tal como se votó anoche en una asamblea multitudinaria en comparación con los últimos encuentros estudiantiles.
"Si el martes me iba a mi casa, el miércoles no me iban a dejar entrar. Y de esa manera nunca hubiera logrado lo que pasó ayer, que había centenares de estudiantes preguntando qué pasó, interiorizándose, preguntando. Y en una facultad como la nuestra, que es cogobernada, la clave es participar", aseguró Aliaga en radio La Red. Ante la imposibilidad de circular por la Universidad, decidí quedarme adentro.
El decano evaluó que los alumnos que aspiran a estudiar en esta facultad deben estipular como parte de su tiempo a interiorizarse, participar y votar en las asambleas. Caso contrario les recomendó que busquen una universidad privada. "Si no hacen eso, un grupo que a nivel nacional nunca obtiene más del 3% de votos les corta las clases", explicó.
Al momento de irse, Aliaga responsabilizó de esta situación a los estudiantes pero destacó que la gran mayoría de ellos no estaba de acuerdo con la toma. "No es verdad que la enorme mayoría esté de acuerdo con ellos", sostuvo el decano, quien dijo que no se atrincheró, sino que llevó adelante una "resistencia pacífica".
"Mi resistencia pacífica en el lugar de trabajo fue importante porque ayudó a que la gente empezara a mirar bien lo que ocurría en la facultad, que las elecciones estaban correctamente realizadas", dijo.
"No hubo ningún tipo de barrabravas", aclaró. De acá a marzo no hay mucho que hacer en la facultad. La FUBA decidió que iba a movilizarse al Consejo Superior", añadió. La tensión se trasladará a Viamonte al 400, sede del rectorado de la UBA. La cuadra ya está vallada por temor a nuevos incidentes. Está previsto que hoy se realice la votación de consejeros para los próximos cuatro años.
"Llevamos 30 años de democracia y no es más aceptable este tipo de mecanismos", enfatizó Aliaga, quien criticó a los sectores estudiantiles que buscan impedir la renovación de autoridades en la facultad.
Además, se quejó de que los estudiantes le fueron "a pedir las credenciales para poder entrar" al cónclave donde se eligen los nuevos representantes de cada claustro. "Por supuesto que se las dí, claro. Los estudiantes no se van a oponer a que se elijan las autoridades estudiantiles, aunque sí las de los profesores", aseveró.
Durante la mañana, en el rectorado, se votarán los cinco integrantes del claustro de profesores y los cinco de los claustros de graduados. Por la tarde, en el auditorio de la UBA, se elegirán cinco representantes del claustro de estudiantes. Los 15 consejeros integrarán el Consejo Superior de la UBA junto a los 13 decanos que fueron votados recientemente en las distintas facultades. Y todos ellos se sumarán a los nuevos Consejos Directivos para elegir al sucesor de Rubén Hallú.