Francisco suspendió al "cura del lujo" por sus excesivos gastos

El Vaticano ordenó a monseñor Franz-Peter Tebartz-van Elst que abandone su diócesis, luego de provocar un escándalo por su afición al despilfarro, incluyendo la construcción de un jacuzzi de 15 mil euros. El obispo había sido recibido esta semana por el papa para analizar su situación

Reuters 162

El Vaticano suspendió hasta nueva orden al "obispo del lujo" alemán, monseñor Franz-Peter Tebartz-van Elst, de la ciudad de Limburgo, que había provocado un escándalo por su afición al lujo.

"La Santa Sede considera oportuno" autorizar que monseñor Tebartz-van Elst deje durante un tiempo la diócesis, a la espera del resultado de la investigación de la Iglesia alemana, informó el Vaticano en un comunicado.

El papa Francisco había recibido esta semana en el Vaticano al cuestionado obispo, quien le había pedido una audiencia tras haber sido acusado en los medios de comunicación de despilfarro, entre otras cosas, en la construcción de su residencia.

Tebartz-van Elst, de 53 años, fue denunciado por haber emprendido la construcción de una onerosa sede episcopal, con museo, sala de conferencias, capilla y apartamentos privados. El proyecto, decidido por su predecesor, costaba unos 5,5 millones euros, pero los gastos ya alcanzaron los 31 millones.

Según la prensa, el religioso gastó 15.000 euros para un jacuzzi, así como también gastó en un comedor de 63 metros cuadrados, de casi 3 millones de euros. En septiembre pasado, el Vaticano envió a Limburgo, al sudeste de Alemania, al cardenal italiano Giovanni Lajolo, quien debe elaborar un informe.

El pasado 17 de octubre, Francisco mantuvo un encuentro con el presidente de la Conferencia Episcopal alemana, Robert Zollitsch, para hablar de este caso y, aunque no se aclaró el futuro del prelado, se anunció que se "encontraría una salida a la difícil situación que se atraviesa".

Unas horas más tarde durante una misa, el Sumo Pontífice declaró que mientras el dinero puede servir para realizar cosas buenas, la avaricia "destruye a las personas, a las familias y a la sociedad", así como "la fraternidad humana".

El Papa hizo estas manifestaciones en la homilía que celebró en la capilla de la residencia de Santa Marta, y durante la que aludió al gran número de familias que se han visto destruidas por problemas de dinero con enfrentamientos de "hermano contra hermano y padre contra hijo".

El Papa mencionó además las enseñanzas de la parábola del hombre rico: "Lo que destruye es la avaricia, el querer tener cada vez más".

En ese sentido, subrayó que la avaricia lleva "a la idolatría", destruye las relaciones con los demás y corrompe al hombre porque "hace que todas las acciones que lleva a cabo se realicen en función del dinero".