El papa Francisco pidió a católicos y luteranos que sigan el diálogo, "afrontando también las cuestiones fundamentales, como las divergencias que surgen en el campo antropológico y ético".
Francisco lo dijo en una audiencia ante la delegación de la Federación Luterana mundial y la Comisión Luterano-Católica por la Unidad.
"Cierto, las dificultades no faltan y no faltarán, hacen falta todavía paciencia, diálogo, comprensión recíproca, pero no nos espantemos. Sabemos bien, como nos recordó varias veces Benedicto XVI, que la unidad no es primariamente fruto de nuestro esfuerzo, sino de la acción del Espíritu Santo", explicó.
La audiencia tiene como trasfondo los 50 años del diálogo teológico y la conmemoración del quinto centenario de la Reforma.
El Papa definió como "importante para todos el esfuerzo de confrontarse en el diálogo sobre la realidad histórica de la Reforma, sus consecuencias y las respuestas que le fueron dadas".
"Católicos y luteranos -observó- pueden pedir perdón por el mal provocado unos a otros y por las culpas cometidas frente a Dios, y juntos alegrarse por la nostalgia de unidad que el Señor despertó en nuestros corazones y que nos hace mirar hacia adelante con una mirada de esperanza".