Los investigadores precisaron que el desconocido intentó irrumpir cerca de la puerta a las 11:30, hora local, en momentos en que la reina no se hallaba en la residencia. Un hecho similar se produjo hace sólo un mes.
El desconocido, cuya identidad no fue revelada, ingresó por el portón norte y comenzó a correr, lo cual desató de inmediato el alarma. Algunos agentes se lanzaron contra el sujeto y lograron inmovilizarlo y cuando lo requisaron descubrieron un cuchillo. La situación se produjo en momentos en que se vuelve a hablar de terrorismo en la capital británica, tras el arresto el domingo a la noche de cuatro hombres sospechados de planear un atentado.
El temor de un atentado no abandona a Londres y sus "objetivos sensibles", o sea los símbolos del Reino Unido, empezando por el Palacio de Buckingham. Hace un mes, Victor Miller, de 37 años, oriundo del este de Londres, logró meterse en las habitaciones del palacio para robar las joyas que estaban expuestas.
Las medidas de seguridad se elevaron entonces de un modo muy celoso; los agentes de guardia frenaron con pistola en mano al príncipe Andrés al confundirlo con otro intruso. El integrante de la familia real se enfureció pero se calmó luego de escuchar las disculpas del jefe de Scotland Yard. También porque el hijo de la monarca entendió que toda esa seguridad sirve para proteger a toda la familia.