"No se juega con la ilusión, con las ganas, son chicas del interior, que salen de un pueblo para hacer un curso y este señora, Silvia Marini, estuvo cobrando y usando mi nombre", denunció Anamá, quien conoció a la mujer en unas jornadas de capacitación en Bahía Blanca y luego comenzó a recibir consultas sobre si avalaba que ella estuviera cobrando 700 pesos por un certificado supuestamente firmado por Ferreira en la escuela Ilhabela Models.
"Lo que hizo esta persona es escanear mi firma, ponerla en los certificados de las chicas y cobrar 700 pesos el diploma con mi firma", detalló Anamá, en diálogo con América Noticias.
Silvia Marini tiene una escuela de modelos en Bahía Blanca y nada la vincula con la modelo brasileña: "Lamentablemente, chicas, yo no firmé esos certificados. Yo jamás cobré un diploma a ninguna chica que estudió conmigo", les aclaró a las aspirantes a modelos, para que no siguieran cayendo en la trampa. De todas formas, también sigue con este caso en la Justicia con sus abogados.
Pero Anamá Ferreira no es la primera en tener un problema con su firma. A Silvio Soldán le ocurrió algo parecido en 2005 cuando un hombre le hizo un juicio reclamándole 3 millones de pesos, aunque después se comprobó que habían falsificado la firma. Por su parte, Gabriel Batistuta firmó un autógrafo y después le reclamaron el pago de 250 mil dólares.
Cabe destacar que en Estados Unidos los famosos no utilizan sus firmas reales para los autógrafos para evitar este tipo de problemas.