La argentina acusada de realizar "piratería" durante una acción de protesta de Greenpeace continuará detenida en Rusia luego de que un tribunal regional rechazara la posibilidad de liberarlos bajo fianza.
Camila se presentó esta mañana ante la corte regional de Murmansk y pidió ser liberada. Sin embargo, el tribunal rechazó su apelación tal como lo había hecho la semana pasada con otros cinco activistas de la organización medioambiental. El antecedente de Camila y del resto de los activistas acusados anticipan un desenlace similar para Pérez Orsi, el otro argentino que está detenido. Sin embargo, algunas fuentes de la investigación explicaron a Infobae que Hernán se mostró siempre dispuesto a colaborar con la causa, lo que podría beneficiarlo.
"Soy inocente y no entiendo de qué se me acusa. Estoy arrestada por algo que no hice. Realmente quiero volver a mi país y seguir trabajando y estudiando", dijo la joven al hablar ante los magistrados que hoy rechazaron su pedido de libertad bajo fianza.
En el fallo de este lunes, se ordenó que Camila fije un domicilio en la jurisdicción del tribunal. La Embajada Argentina había presentado un escrito ofreciendo arraigo a la imputada, pero los jueces consideraron que debe encontrarse en el radio de competencia del juzgado que entiende en el caso.
Mientras se resuelve la situación procesal de los argentinos y del resto de la tripulación, día a día surgen manifestaciones de respaldo para la liberación inmediata de las personas que realizaron una acción pacífica contra la empresa Gazprom, socia de Shell, con el objetivo de evitar la primera perforación para extraer petróleo en el Polo Norte.
En el sitio web de Greenpeace Argentina se invita a enviar cartas al embajador de Rusia en Buenos Aires para que interceda por la liberación de los argentinos e impida que "las petroleras destruyan el Ártico".
"Vamos a seguir trabajando en todo el mundo, para lograr la libertad definitiva de Camila, Hernán y todos los detenidos por hacer valer su derecho a señalar públicamente los crímenes ambientales. Ellos están presos bajo la absurda e injusta acusación de piratería, mientras que las empresas como Gazprom y Shell siguen con sus planes de destruir el Ártico en busca de unas gotas más de petróleo", afirmó Martín Prieto, director ejecutivo de Greenpeace.