Cierre de gobierno: Obama convoca a legisladores para destrabar la crisis

Con el shutdown todavía en vigencia, y la inminencia de una resolución sobre el techo de la deuda, el presidente de los Estados Unidos se reunirá con demócratas y republicanos para buscar una solución

AP 163

Los Estados Unidos entraron en la cuenta regresiva para evitar entrar en default, ya que tiene hasta el 17 de octubre para aprobar el techo del endeudamiento. A su vez, en el país aún se mantiene el cierre administrativo que afecta a miles de funcionarios y empleados públicos. Por eso, con la intención de destrabar esta situación, el presidente Barack Obama invitó este miércoles a la Casa Blanca a legisladores demócratas y republicanos.

Según indicó un funcionario del gobierno, el presidente mantendrá primero un encuentro con legisladores de su partido de la Cámara de Representantes, donde son minoría.

En tanto, republicanos de la Cámara y senadores de ambos partidos acudirán a la sede presidencial "en los próximos días", agregó el funcionario, que habló bajo anonimato.

Las reuniones se producen a pocos días del 17 de octubre, cuando los Estados Unidos llegarán al límite de la capacidad de endeudamiento y podría entrar en default por primera vez en su historia.

Además, el gobierno federal se ha mantenido parcialmente paralizado durante ocho días, a falta de un acuerdo en el Congreso sobre una nueva ley de presupuesto.

Por su parte, Obama se rehúsa a negociar con los republicanos sobre temas presupuestarios hasta tanto se aumente el límite de endeudamiento y se reabra el gobierno.

Pero el presidente republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner, se niega a tomar a aceptar las iniciativas impulsadas por Obama, a quien acusa de no hacer concesiones. En especial, sobre la reforma de salud promulgada en 2010, a la cual se oponen los republicanos.

"Hemos luchado muy duro para salir de una crisis como para que un grupo de republicanos extremistas nos lleve a otra", había expresado el mandatario, quien además acusó al arco opositor de estar "dañando la credibilidad de los Estados Unidos en el mundo".

De esta manera, con este nuevo intento de retomar el diálogo el presidente norteamericano intenta descomprimir las tensiones y buscar de una vez por todas una solución que, por el momento, no aparece.