En los tiempos en que Jalics y
otro sacerdote jesuita, Orlando Yorio, fueron secuestrados
en la villa en la cual trabajaban en Buenos Aires, Jorge Bergoglio era la
máxima autoridad de la Compañía de Jesús en Argentina.
Aunque, según AFP, no trascendió el
contenido de la charla mantenida por Jalics con el Papa, en declaraciones
previas el misionero jesuita había despejado las dudas sobre la actuación de
Bergoglio en su caso: "Antes, creía que habíamos sido víctimas de una
denuncia. Pero a finales de los años 1990, tras varias discusiones, me di
cuenta de que esa sospecha era injustificada". "Orlando Yorio y yo no
fuimos denunciados por Bergoglio", sentenció.
Por otra parte, se acaba de publicar en Ialia un libro –La lista de Bergoglio, de Nello Scavo- que recoge testimonios de varias personas que el Papa protegió y ayudó a salir del país durante la dictadura. Allí se explica que Bergoglio armó una red clandestina para albergar a sacerdotes y laicos perseguidos, sirviéndose de la infraestructura y contactos de la Compañía de Jesús.
La acusación de complicidad con la dictadura fue ampliamente promovida por el diario Página 12 y alcanzó su mayor pico de difusión en 2005, cuando el nombre de Jorge Bergoglio circulaba como papable. En aquel momento, todos los cardenales electores recibieron un mail que reproducía el contenido de los artículos publicados por el periódico.
Años más
tarde, en 2010, Bergoglio debió declarar como testigo en un juicio contra
militares por los hechos de aquellos años y su inocencia quedó demostrada. Aún
así, nuevamente circularon las acusaciones antes del último cónclave, pero esta
vez con menor intensidad, tal vez por el hecho de que la candidatura del cardenal argentino aparecía como desdibujada.
Una vez electo Bergoglio, el diario volvió a
publicar las acusaciones, obligando al vocero del Vaticano a replicarlas. Fue
entonces cuando Jalics finalmente habló y dijo lo que se reproduce más arriba.
Además, la declaración de Bergoglio ante la justicia argentina salió entonces a la luz: está incluida en la biografía de Evangelina Himitian sobre el Papa –publicada a un mes de su elección- y en el libro del periodista de Scavo. También circuló por YouTube el video del interrogatorio de 3 horas y 50 minutos al entonces todavía Cardenal primado de la Argentina.
Franz Jalics había sido secuestrado por la Marina junto a otro misionero jesuita, Orlando Yorio, en marzo 1976 y llevado al centro de torturas que funcionaba en la Escuela de Mecánica de a Armada. Ambos sacerdotes fueron liberados luego de cinco meses de cautiverio ilegal, durante el cual fueron torturados. Hoy ha quedado claro que no sólo Bergolgio no los denunció sino que fue por su intervención que fueron liberados. Como titular de los jesuitas, se entrevistó en varias oportunidades, tanto con Jorge Videla como con Eduard Massera, ante quienes reclamó la liberación de los dos sacerdotes.
Yorio falleció en agosto del año 2000. Jalics, hoy octogenario, reside en Alemania.