La expulsión de Silvio Berlusconi del Senado sería un golpe "en el corazón de la democracia", señaló el propio ex primer ministro tras la recomendación de una comisión del Senado de que se le retire su escaño en la Cámara tras su condena por evasión fiscal.
"Esta indigna decisión no fue resultado de la aplicación correcta de una ley, sino de la voluntad de eliminar por vía judicial a un opositor político a que no se puede vencer en las urnas con medios democráticos, señaló el político de 77 años en un comunicado.
La Comisión de Inmunidad del Senado recomendó en la tarde del viernes su expulsión de la Cámara basándose en una ley según la cual los diputados condenados en firme deben abandonar su mandato. Berlusconi fue condenado en firme a cuatro años de cárcel por fraude fiscal.
La decisión, sin embargo, debe ser confirmada por el pleno del Senado en un periodo de dos semanas.
El jefe del partido Pueblo de la Libertad (PdL) de Berlusconi, Angelino Alfano, defendió al ex jefe de gobierno: "Berlusconi representa a más de diez millones de italianos. Confiamos en que el Senado le asegure su representación mientras él subsana esta grave violación de la democracia".
El magnate de las comunicaciones, de 77 años, presentó un recurso contra la sentencia ante la corte europea para los derechos humanos en un intento legal de impedir su inhabilitación, lo que podría significar su salida de la vida política.
Sin la inmunidad parlamentaria, Berlusconi corre el riesgo de ser detenido por varios procesos en los que ha sido acusado de abuso de poder, prostitución de menores y corrupción de un senador.
El sábado pasado, Berlusconi provocó una crisis política al retirar los cinco ministros de su partido del gobierno de coalición nacional en una especie de huida hacia adelante, para evitar ser expulsado del Senado, como prevé la ley.
Los planes de Berlusconi de hacer caer el gobierno fallaron, y el primer ministro Enrico Letta superó la moción de confianza, tras haber logrado que "Il Cavaliere" cambiara su decisión como consecuencia de la rebelión interna de su propia formación, el partido Pueblo de la Libertad (PDL).