Uno de los aspectos más siniestros que conlleva la violencia de género es que el mayor problema está justamente en el seno donde allí ocurre. El peligro está muy cerca y generalmente "ronda" la propia casa de la víctima, ya que la mayoría de los casos tienen como victimarios a las relaciones cercanas. El caso argentino muestra un triste ramillete de casos resonantes en la opinión pública y cada uno con su drama a cuestas colaboró a poner el tema en alerta rojo. Y evidencian también, por diferentes motivos, que la justicia muchas veces no actúa ni sentencia acorde a la gravedad de las circunstancias.
Lentamente, el tema logró visibilización y las víctimas comprendieron- de vuelta, lentamente- que la violencia no hay que soportarla. Elegimos tres casos paradigmáticos que ayudaron a generar conciencia nacional sobre la violencia de género: el caso de Fabián Tablado y sus 113 puñaladas destinadas a su novia adolescente, Carolina Aló, en 1996. Actualmente Tablado cumple una condena de 24 años en una cárcel de régimen abierto en Baradero (muy abierto según denuncia constantemente el padre de Aló). Fue hallado culpable pero las 113 puñaladas no fueron suficientes para calificarlo como asesinato y lo acusaron por homicidio simple.
En febrero de 2003 estalló el caso de la bailarina Lorena Paranyez, quemada con ácido muriático el día que cumplía 27 años, cuando un joven se presentó con un frasco de ácido y un regalo, en la puerta de la casa de sus padres de parte de Jorge Villejas, quien había sido su pareja los últimos 5 años y había jurado que la iba a quemar. Lorena ya lleva más de 18 operaciones y tuvo una hija.
Y el más reciente, el caso de "Wanda Taddei" en 2010, cuyo crimen derivó en una condena "ejemplar" de prisión perpetua para su esposo, Eduardo Vázquez, ex baterista del grupo Callejeros, de parte de la Cámara Federal de Casación Penal después de varias apelaciones por parte de la familia de la víctima. A partir de ese homicidio fueron registrados más de 50 casos similares, bajo la modalidad de violencia de género incendiaria.
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La ley que cambió todo
Una reciente investigación sobre Violencia de género realizada por el Observatorio de Opinión Pública de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) en CABA y GBA revela cuestiones medulares para precisar el tema. Antes repacemos el marco legal en la Argentina.
El fenómeno no se restringe a un sector social o nivel educativo. Cualquier mujer puede ser víctima de violencia de género. En este sentido, es un problema social que atañe a toda la sociedad.
En la Argentina la sanción de la ley 26.485 de marzo del 2009 cambió el tema para siempre. El texto de la ley define a la violencia contra la mujer como "toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal. Quedan comprendidas las perpetradas desde el Estado o por sus agentes. Se considera violencia indirecta, a los efectos de la presente ley, toda conducta, acción u omisión, disposición, criterio o práctica discriminatoria que ponga a la mujer en desventaja con respecto al varón".
"Esta ley no sólo define la violencia contra la mujer sino que se establecen y disponen mecanismos de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres. Además de la creación del Observatorio de la Violencia contra las Mujeres, el Consejo Nacional de la Mujer se constituye como consejo consultivo y organismo encargado del diseño de las políticas públicas para efectivizar las disposiciones de la ley", plantea Cecilia Murata, Profesora de la Licenciatura en Psicología de UADE.
"Esta ley sirvió para que se pueda avanzar judicialmente en la penalización de un delito que hasta entonces estaba totalmente vacío de contenido en materia judicial. En la Argentina aumentó un 200% la cantidad de denuncias sobre actos de violencia de género, sobre las que, al existir la ley de protección, hoy se puede trabajar en ellas. Considero que falta aún más discusión del tema en los medios, lo que lograría una mayor concientización con alcance a una parte más importante de la población", explica Daniela Scotto D´Abusco, Profesora investigadora del Instituto de Ciencias Sociales de UADE.
La violencia de género es un tema alarmante en el mundo entero. A la hora de analizar el estatus del tema en la Argentina. ¿Sigue "invisibilizado" para la sociedad y las víctimas?
"La investigación realizada desde el Instituto de ciencias Sociales de la UADE destaca que cerca del 50% de la población indagada conoce directamente alguna víctima de violencia de género. Asimismo, en el mismo trabajo se advierte que el 22% se reconoce como víctima de violencia de género", puntualiza Murata."En los últimos tiempos, junto con el mayor reconocimiento de derechos a las mujeres se viene observando una considerable difusión del tema que produce, la concientización de la gravedad del problema. En cuanto a las víctimas, todavía el silencio, la ocultación (tanto dentro del entorno familiar como fuera de él) imposibilitan poder actuar a tiempo. Considero que siempre hace falta mayor compromiso social y aún más divulgación sobre este tema que afecta a la mayor parte de la población femenina argentina", explica Scotto D´Abusco.
Conclusiones relevantes
Entre las principales conclusiones del estudio realizado por el Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) podemos citar:
-Un 78% de los encuestados afirma no haber sido víctima de violencia de género; un 12% afirma haber sido víctima en un nivel solamente emocional; un 8% haberlo en un nivel físico y emocional; y un 2% en un nivel únicamente físico.
-En el hipotético caso de que fueran víctimas de violencia de género, el 37% de las personas buscaría ayuda en familiares o amigos; el 16%, en la policía; y el 13%, en organismos estatales. Esta distribución es similar en hombres y mujeres.Sentir culpa
-El 52% considera tanto al hombre como a la mujer culpables de la violencia de género; el 33% cree que los hombres son más culpables que las mujeres.
-A mayor nivel educativo, mayor tendencia a no diferenciar culpables en los casos de violencia de género; a menor nivel educativo, mayor diferenciación, en particular, mayor culpabilidad asociada a los hombres.
Seguir con la relación
-El 36% considera que una mujer que continúa una relación con un hombre que la lastima físicamente lo hace porque no tiene la autoestima suficiente; el 20% cree que se debe al temor a enfurecerlo aun más.
-A mayor nivel educativo, mayor tendencia a considerar que la razón por la que una mujer continúa en pareja con un agresor es que no tiene la autoestima suficiente.
Otras consideraciones
-El 75% cree que el hombre que fue violento en el pasado tenderá a repetir su conducta en el futuro. A mayor nivel educativo, mayor tendencia a considerarlo como algo más probable.
-El 60% piensa que la violencia de género afecta negativamente a los hijos, tanto en el presente como en el futuro. Esta respuesta no varía si la persona tiene hijos.
-El 45% cree que un hombre puede ser víctima de violencia de género, tanto a nivel físico como emocional; el 34%, que solo puede ser víctima en un nivel emocional.
Cuestión de Estado
Si miramos los avances más concretos e importantes sobre el tema viiolencia de género en los últimos 5 años aparecen varios factores sobre la mesa: las condenas que logró la justicia, la discusión pública a través de los medios de comunicación figuran como un aporte importante.
"Que los medios se comprometan en el tratamiento adecuado de esta temática tan delicada puede ser considerado un avance. Por otra parte, también es necesario reconocer el trabajo silencioso pero consistente y cotidiano de distintos profesionales en asociaciones, instituciones, organizaciones y organismos que se esfuerzan por dar contención y respuesta a las víctimas y su entorno", agrega Cecilia Murata.
El Estado en todos sus niveles (nacional, provincial y municipal) no siempre está a la altura de las circunstancias, respecto de campañas y programas de asistencia a las víctimas.
"En ciertos municipios se ha comenzado a trabajar más fuertemente por la igualdad de derechos, trato y oportunidades. Existen "Centros de la Mujer" que llevan a cabo políticas de género que ayudan a la prevención y asistencia a las víctimas de violencia. En este tema se debe trabajar siempre consensuada y coordinadamente entre organismos nacionales, provinciales y municipales encargados de implementar estos programas en forma rápida y lo más efectiva posible, modificando las instituciones, procedimientos y medidas preventivas a los fines de revertir este fenómeno que es un asunto de salud pública y de política de estado. Asimismo, considero que debe estar acompañado de un gran cambio cultural por parte de la población", concluye Scotto D´Abusco.
Información para tener en cuenta
Según un informe de la ONG "Casa del encuentro" a comienzos de este año en la Argentina matan a una mujer cada 35 horas por violencia de género y reveló que hubo 1236 femicidios desde 2008. El informe indicó que 255 mujeres fueron asesinadas en 2012 en crímenes vinculados con la violencia de género.