El Centro Refinador Paraguaná, compuesto por las plantas de Amuay y Cardón, es el más importante de Venezuela. Pero las graves fallas en el mantenimiento y en la organización ya han provocado 50 accidentes en lo que va del año.
El saldo ha sido de decenas de heridos, según informó Iván Freites, secretario general del sindicato petrolero del estado Falcón, en diálogo con El Nacional.
La situación de precariedad que se vive en el complejo se ve agravada porque PDVSA, la petrolera estatal, prohíbe a los trabajadores hablar sobre las pésimas condiciones de trabajo. Por sus revelaciones, Freites recibió una calificación de despido.
"Es para que deje de denunciar los incumplimientos laborales y de las normas de seguridad industrial en el Centro Refinador Paraguaná y las otras áreas petroleras del país", sostuvo.
La prohibición no rige sólo para los empleados. El personal del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales también tiene prohibido inspeccionar las instalaciones y hacer informes que permitan realizar correcciones.
La situación llega al absurdo de despedir al personal que huye de los lugares de trabajo para evitar morir en un accidente. Esto ocurrió hace una semana, cuando tres personas fueron cesadas por saltar un andamio luego de una fuga de gas. Para la empresa, "abandonaron sus obligaciones".
Hasta son capaces de ocultar la muerte de trabajadores. Según Freites, un empleado falleció hace un mes en la refinería El Palito, en el estado de Carabobo, y PDVSA no lo notificó a las autoridades.
En este contexto, no resulta extraño que en los últimos diez años se hayan producido 80 muertos y cientos de heridos como consecuencia de los reiterados accidentes.