El republicano John Boehner, titular de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, abandonó este miércoles las negociaciones con el presidente Barack Obama alegando que los demócratas no quieren negociar el fin del cierre parcial del Gobierno.
Tras más de una hora de conversaciones entre Obama y los líderes del Congreso, Boehner dijo a periodistas que la charla "fue correcta", pero destacó que esencialmente no se produjeron progresos. Poco después, el líder demócrata del Senado, Harry Reid, rechazó los dichos de Boehner y sostuvo que la Cámara que preside ofreció un diálogo para solucionar el problema.
El mandatario estadounidense no está dispuesto a ceder su ley de salud, conocida como Obamacare, aprobada por el Congreso y por la Corte Suprema. En una maniobra inédita, el Partido Republicano modificó la ley de presupuesto enviada por la Casa Blanca para frenar la entrada en vigor de la norma.
El cierre parcial se produjo en la medianoche del lunes 30 de septiembre. Con la paralización, quedaron más de 800.000 funcionarios suspendidos. Y la parálisis podría representarle al Estado un gasto de más de mil millones de dólares. Se mantienen abiertos servicios básicos como el correo, el control de tráfico aéreo, los cheques de pensiones o la actividad de los agentes policiales y de seguridad.
Como un adelanto de lo que les espera a los estadounidenses, el mandatario también alerta sobre su próxima batalla en el Congreso: el aumento del límite de la deuda. Es que a partir del 17 de octubre Estados Unidos no tendrá fondos para hacer frente a sus obligaciones y podría caer en el primer default de su historia si el Congreso no aprueba un aumento del tope de endeudamiento. "Si no aprueban aumentar el piso, será más grave que el cierre del Gobierno. Será una parálisis total". Ya advirtió: "No voy a negociar. No voy a permitir que arrastren al barro a nuestra economía".
El plan republicano
La Cámara de Representantes estadounidense, controlada por los republicanos, aprobó este miércoles medidas para reactivar ciertos servicios del Estado federal. La iniciativa es la quinta presentado desde el sábado por los republicanos y también parece destinado al fracaso, ya que los demócratas del Senado reclaman una ley general de finanzas para seis semanas, que cubriría el conjunto de las oficinas del Estado, no "por trozos".
Los Representantes aprobaron dos mini-iniciativas, una para financiar la apertura de parques, museos y monumentos nacionales e institutos nacionales de Salud (NIH), que realizan investigación contra enfermedades graves como el cáncer. La otra medida aprobada -con el apoyo demócrata- concierne los servicios municipales de la capital federal Washington, cuyo presupuesto depende del Congreso.
El jefe de la mayoría demócrata del Senado respondió negativamente este miércoles, denunciando lo que calificó como táctica "irresponsable y peligrosa" de sus adversarios.