Calle por calle, sendero por sendero. Las imágenes de Street View se recolectan gracias a sus autos, motos de nieve, mochilas, bicicletas y carritos especialmente diseñados por Google.
Cada uno de ellos posee un dispositivo especial con 15 lentes capaces de tomar fotografías en alta definición y en 360°. También disponen de sensores de movimiento que registran su posición, un disco rígido para almacenamiento de datos, una pequeña computadora que ejecuta el sistema y láseres para capturar datos en 3D, que determinan las distancias en las imágenes de Street View.
Street View no suele contemplar el 100% de una ciudad ya que sería una tarea prácticamente imposible. Lo que hace Google es primero lanzar el servicio y luego, si vale la pena, agrega zonas y mejora las que ya tiene disponibles.
Por eso el primer paso es planear los recorridos de los vehículos correspondientes en cada caso, prestando atención a la posición del sol. Se necesita que éste se encuentre lo suficientemente alto para evitar que las sombras oscurezcan los edificios. También se tiene en cuenta el clima y la temperatura, ya que la niebla o la lluvia pueden demorar la recolección de imágenes o hacer que se vean borrosas.
Como Street View tiene como uno de sus objetivos brindar un servicio a turistas, la recolección de imágenes suele hacerse primero en las zonas céntricas de las ciudades para así captar centros comerciales, transporte público y demás sitios de interés.
Una vez que las fotografías fueron tomadas pasan por un proceso computacional para prepararlas para posteriormente subirlas a Google Maps.
El proceso consiste en hilvanar las imágenes para crear una imagen panorámica unificada. Además, para cuidar la privacidad de las personas, se difuminan los rostros de manera que quienes son fotografiados al pasar durante la recolección no sean identificados. De igual forma se difuminan las patentes de los vehículos que se ven en las imágenes.
Esta opción surgió luego de diversas quejas alrededor del mundo, lo cual motivó además que existan mecanismos para pedir a Google que quite imágenes que pueden ser inapropiadas.
Una vez que se cuenta con suficientes imágenes, ya recolectadas y procesadas, éstas se agregan a Google Maps. La subida no es inmediata y el procesamiento puede llevar algunos meses.