Nacer antes de tiempo: de qué depende sobrevivir

En el país nacen más de 60 mil niños por año antes de término y unos 8 mil pesan menos de 1,500 kilos, por lo que necesitarán cuidados más intensivos. En la Semana del Prematuro, especialistas dijeron a Infobae que "en muchos casos la prematurez se puede prevenir"  

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Se estima que en la Argentina se producen aproximadamente 750 mil nacimientos por año. Y de ellos alrededor del 8,5% se producen antes del término de la gestación, es decir que nacen en nuestro país más de 60 mil niños prematuros.

Muchos de ellos necesitarán cuidados muy especiales, en particular los más pequeños (se calcula que algo más del 1%, es decir unos 8 mil, nacen con un peso menor de 1,500 kilos) y son los que necesitan cuidados más intensivos. El doctor Néstor Vain, vicepresidente de la Fundación para la Salud Materno Infantil (Fundasamin), resaltó que "es importante conocer que con ese tipo de cuidados muchos niños extremadamente pequeños logran sobrevivir y la mayoría van a crecer y desarrollarse sanos".

De ahí que la campaña de Unicef este año con motivo de la Semana del Prematuro tome como prioritarios los derechos de las mujeres a un control "adecuado" durante el embarazo, y del bebé prematuro a nacer en un lugar adecuado.

Por cuarto año consecutivo, el organismo presentó la Semana del Prematuro, una iniciativa que se extiende hasta este domingo 6, de la que participan 280 instituciones de 24 provincias y que enfatiza sobre la necesidad de disminuir las brechas de inequidad que existen en el cumplimiento de los derechos 1 y 2 del decálogo, que enuncian que "la prematurez se puede prevenir, en muchos casos, por un control adecuado del embarazo" y que "los recién nacidos prematuros tienen derecho a nacer y ser atendidos en un lugar adecuado".

Infobae consultó a la doctora Zulma Ortiz, especialista en Salud de Unicef Argentina, para conocer cuál es la situación en el país y de qué manera el equipamiento y la infraestructura sanitaria son determinantes en la sobrevida de estos niños.

i¿De qué depende que un embarazo llegue a término o se produzca un parto prematuro? ¿Hay señales en el embarazo de que un parto va a llegar a término?/i

Las estadísticas registran a todos los nacimientos prematuros como un mismo evento, pero no todos los nacimientos prematuros son iguales: pueden ser espontáneos o inducidos por una razón médica.

Hay una diversidad de causas por las cuales un parto se adelanta o es desencadenado médicamente, y en la gran mayoría de los casos no es posible determinar fehacientemente si una mujer está o no en riesgo de tener un parto prematuro. Por eso, en general, se transmite la necesidad de hacer controles prenatales para poder identificar cualquier señal de riesgo de que el parto no llegue a término.

Por ejemplo, el consumo de tabaco, uso de hogares a leña o la inhalación de hidrocarburos dentro del hogar, el bajo peso de la madre antes del embarazo o la obesidad junto con la diabetes gestacional son factores que predisponen a un parto prematuro. La adolescencia o el embarazo después de los 35 años también tienen mayor riesgo.

La medicina moderna contribuyó también al incremento de nacimientos pretérminos mediante la utilización de cesáreas programadas sin una razón médica que lo justifique y los métodos de fertilización asistida, particularmente el implante de embriones, que se relacionan con los embarazos múltiples y estos con prematurez.

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Si bien hay factores y condiciones identificados como "predisponentes para un nacimiento antes del término del embarazo", aún no hay intervenciones efectivas que puedan prevenir todos y cada uno de estos. Sin duda, tener cinco controles durante el embarazo ayudarán a prevenir.

El control durante el embarazo permite:

a) Indagar sobre la edad de la madre, sus hábitos, si tuvo hijos y cuántos. Se sabe que las madres adolescentes o que tuvieron muchos hijos anteriores, así como las embarazadas que no se alimentan bien, fuman o consumen drogas o alcohol, tienen más riesgos de tener un hijo prematuro.

b) Saber si una mamá ya tuvo un bebé que nació prematuro. De ser así, tiene entre 5 y 7 veces más posibilidades de volver a tener un hijo que nazca antes de término.

c) Detectar tempranamente enfermedades cardiovasculares, hipertensión y diabetes en la mujer y el retardo de crecimiento del feto.

d) Identificar si la mujer está bajo una situación de estrés, como un embarazo no deseado o ser víctima de violencia familiar o laboral. Se demostró que la privación social y afectiva, definida como "la falta de educación, de controles prenatales y de contención emocional" de la mujer embarazada, afecta negativamente su salud y la de su bebé.

i¿Cuándo un parto prematuro es considerado de riesgo? ¿Qué secuelas puede tener un niño nacido antes de tiempo?/i

Antes de las 37 semanas y cuando un bebé pesa menos de 2,500 kilos se considera un parto y recién nacido prematuro. El riesgo está muy vinculado con el peso. A menor peso del bebé, mayor será el riesgo. Así, el grupo que pesa menos de 1,500 kilos es el considerado de mayor riesgo y requiere de un programa de seguimiento para identificar daños que puedan dejar secuelas y/o discapacidades.

Complicaciones y discapacidades más frecuentes

Parálisis motora

La prematurez es la causa principal de parálisis cerebral (enfermedad motora provocada por una lesión cerebral no evolutiva, ocurre en aproximadamente el 30% de los niños y niñas que pesaron entre 500 y 600 gramos al nacer, y en el 15% de los que pesaron entre 900 gramos y un kilo, es mucho menos probable que un prematuro que pesó alrededor de 1,500 kilos presente esta enfermedad. La gravedad también es variable, pudiendo tratarse de leves aumentos del tono muscular (tendencia a caminar en puntas de pie) hasta cuadros graves, como la cuadriplejía.

Disminución de la agudeza visual o ceguera por retinopatía

Los niños nacidos prematuramente pueden presentar con mayor frecuencia trastornos de la visión, que van desde problemas en la refracción y astigmatismo hasta la Retinopatía del Prematuro (ROP). La retina (capa más interna del ojo donde se forman las imágenes de lo que vemos) puede afectarse por muchas causas, la principal es la mala dosificación de oxígeno. Por eso es necesario controlar cuidadosamente la administración de oxígeno al recién nacido prematuro (RNP) internado; y que un oftalmólogo le realice un fondo de ojos frecuentemente desde las primeras semanas de vida para evaluar si la retina está afectada, ya que en los casos más graves de ROP el tratamiento inmediato con láser previene la ceguera.

Los niños que tuvieron ROP en sus distintos grados deben ser controlados por un oftalmólogo luego del alta neonatal, hasta que completen el desarrollo de la retina; y luego asistir a controles periódicos para prevenir y controlar posibles problemas de visión.

Los niños que evolucionan con muy baja visión o ceguera deben contar, de inmediato, con el certificado de discapacidad y apoyo especial garantizado.

El desafío en nuestro país es lograr que todos los RNP en situación de riesgo puedan acceder a un especialista que detecte la ROP precozmente, que controle la retina hasta que se haya completado la vascularización, y que en los casos de retinopatía grave realice el tratamiento oportuno con láser para evitar la ceguera.

Pérdida auditiva

Se estima que un RNP tiene siete veces más probabilidades de sordera que un niño o niña que nació en término. En la Argentina hay una ley que garantiza la pesquisa auditiva a todos los recién nacidos, y el seguimiento de la evolución de la audición para aquellos que tienen más riesgo, como es el caso de los prematuros. En la mayoría de los casos la pérdida de audición se puede diagnosticar en los primeros seis meses; aunque en algunos casos puede presentarse más tardíamente, por lo que hay que continuar vigilando la audición hasta la edad escolar.

No bien se diagnostica hipoacusia, el niño o niña debe recibir de inmediato atención especializada por parte de fonoaudiólogos/as y estimulación auditiva. En los casos de pérdida moderada o mayor se deberá evaluar la necesidad de audífonos o de un implante coclear, según cada caso. Está demostrado que un tratamiento efectivo y precoz favorece el desarrollo del lenguaje.

i¿Qué cuidados debe tener un niño prematuro?/i

Los cuidados de un recién nacido prematuro dependen de su peso al nacer. Debemos prestar mayor atención a aquellos que nacen con menos de 1,500 kilos porque constituyen el grupo de mayor riesgo. En general deben quedar un tiempo no menor de 6 semanas en cuidados intensivos hasta completar la maduración de órganos vitales. Independientemente del peso, todos los prematuros deben estar acompañados por su madre y su familia todo el tiempo. Necesitan amor, contención y mucha conciencia sobre los factores protectores y de riesgo. Una sociedad informada, una familia con habilidades y destrezas para el cuidado es lo mejor que podemos hacer para complementar el conocimiento profesional. El trabajo en equipo y el valor de los niños son clave para enfrentar la adversidad de nacer antes.

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Según un artículo recientemente publicado, donde se valoraban las tasas de prematurez durante los últimos 10 años en 39 países de renta media y media alta, la Argentina presentó el segundo incremento más elevado (+4,2%) de tasa de nacimientos prematuros en el período.

No fue posible definir cuáles fueron las causas de este incremento, ya que es compleja la interrelación de los diferentes factores: socioeconómicos, ambientales, genéticos, de prácticas instaladas que podrían incidir en la prematurez.

Sin embargo, hay que destacar que, según los datos disponibles, es esperable la continuidad de la tendencia ascendente de los nacimientos prematuros en los próximos años.

i¿Cree que está preparado el sistema de salud en general para atender este tipo de casos?/i

La Argentina cuenta con todos los recursos para cuidar de las madres, así como de los niños y niñas. Necesitamos que haya mejor articulación entre los subsectores público, privado y de la seguridad social. Estas fallas en la articulación y en los sistemas de traslado entre los distintos niveles de complejidad limitan o retrasan el acceso de la embarazada con amenaza de parto pretérmino, comprometiendo la sobrevida de su hijo por nacer. En algunos lugares hay insuficiente cantidad de recursos humanos, sobre todo, del recurso humano crítico para la atención del recién nacido de mayor riesgo, como personal de enfermería especializado. Esto se da sobre todo porque tenemos más unidades de terapias que las que se necesitan y el recurso humano está disperso en lugares donde se necesitaría que existiera mayor coordinación. La organización, distribución, capacitación, remuneración e incentivos de los recursos humanos es un factor mencionado recurrentemente por los equipos de salud que trabajan en las unidades de cuidados intensivos neonatales. Las causas en el deterioro de la formación, incentivos y salarios son múltiples y sujetas a coyunturas históricas, pero definitivamente los recursos humanos de la salud en general, y en el área de neonatología y obstetricia en particular, requieren un análisis y planificación minuciosos para revertir la situación actual.

Al respecto, el doctor Vain reflexionó que "los hospitales o sanatorios deben tener los elementos esenciales, tales como laboratorio, radiografías, ecografías, farmacia, hemoterapia disponibles las 24 horas los 365 días del año. Las unidades de neonatología deben estar equipadas con monitores, incubadoras, respiradores, etc.".

"Sin embargo –prosiguió– lo más importante para darles la mejor oportunidad de sobrevivir es el disponer de recursos humanos en cantidad suficiente y con los conocimientos y experiencia necesarios. Dentro de este recurso humano los enfermeros y enfermeras juegan el rol más importante: son quienes están en forma permanente al lado de los bebés más comprometidos, quienes detectan cada problema que aparece y quienes administran el cuidado que necesitan. Es obvio que deben trabajar colaborando con médicos neonatólogos entrenados y que son los responsables de muchas decisiones de tratamiento".

Un testimonio en primera persona

Felipe tendría que haber nacido el próximo 10 de diciembre de este año. Mercedes Álvez (31) y Claudio Brunat (38), sus papás, vienen del sur, específicamente de Ushuaia, donde fueron derivados desde el Hospital Regional a Buenos Aires.

"Estaba embarazada de mellizos. El primer día que nos derivaron me hicieron una ecografía Doppler. Allí se confirmó que el más pequeño no estaba creciendo y estaba muy comprometido. Había que sacarlos inmediatamente", contó Mercedes.

A pesar de la necesidad, existe una realidad: la no tan desarrollada regionalización del sistema de salud argentino hace que ocurran dificultades al momento de derivar pacientes que necesitan atención perinatal de mayor complejidad.

"Si hubieran nacido antes, las chances del gemelo más pequeño podrían haber sido mayores, pero cuando llegaron al Austral el sufrimiento fetal ya era muy importante, lo que llevó a que su organismo no soportara la transición de la vida extrauterina", explicó el doctor Gabriel Musante, jefe del servicio de Neonatología del Hospital Austral.

Finalmente, nació Felipe con tan sólo 27 semanas de gestación. Hace 16 días que se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital Austral. "Llegamos el 10 de septiembre a Pilar y estamos alojados, desde entonces, en un hotel en frente al hospital", expresa con cara de cansancio el flamante papá.

Más allá de los días puntuales –como la conmemoración de esta semana– Musante señaló que "los niños prematuros requieren atención y asistencia todo el año", y aclaró que "cuanto menos tiempo de gestación o menos peso al nacer, más posibilidades de complicaciones y secuelas futuras hay".

Con respecto a la vuelta a casa, Mercedes comentó que, si todo sigue bien, en diciembre regresan a su hogar. "Es muy importante la contención que sentimos en este momento a nivel humano, es una situación difícil pero ahora nos sentimos en paz sabiendo que nuestro bebé está al fin en un lugar seguro", afirmó.