El número dos de Berlusconi lo abandonó para apoyar a Letta

"Estoy convencido de que nuestro partido debe votar la confianza al Gobierno", declaró Angelino Alfano en repudio a la jugada de "Il Cavaliere" de hacer renunciar a sus ministros fieles para desequilibrar

AFP

El número dos del partido de Silvio Berlusconi, Angelino Alfano, llamó a respaldar la Administración del socialdemócrata Enrico Letta, lo que representa una grave "traición" por parte del delfín de "Il Cavaliere", que busca tumbar el gobierno italiano.

Letta se dispone a superar, el miércoles, el voto de confianza del Parlamento, después de que varios dirigentes del partido de Berlusconi desaprobaron, este martes, el jaque al gobierno de coalición decidido por su líder.

"Estoy convencido firmemente de que todo el partido debe votar, el miércoles, la confianza al gobierno presidido por Letta", declaró Alfano, viceprimer ministro y ministro del Interior del gobierno de coalición de centro-derecha y, sobre todo, número dos del Pueblo de la Libertad (PDL), el partido fundado por el multimillonario magnate de las comunicaciones.

Se trata de la primera vez que el llamado delfín de "Il Cavaliere", de 42 años, se rebela contra el líder máximo, quien desató una crisis al ordenar la dimisión, el sábado, de los cinco ministros de su partido.

La jugada política de Berlusconi, de 77 años, -decidida ante el temor de quedar fuera del Parlamento y para evitar la humillación de una votación en el Senado que podría terminar en su arresto domiciliario- irritó a una parte de su propio partido y a sus ministros, que se enteraron por teléfono de que debían dimitir.

En una carta dirigida a la revista Tempi, Berlusconi reiteró su voluntad de "hacer caer el gobierno de Letta", a quien acusa de no haberlo protegido de cara a sus líos judiciales.

Las divisiones dentro del partido de Berlusconi seguían aflorando este martes después de la reacción de rechazo inesperada frente a su decisión de retirar su apoyo al gobierno de coalición nacional, sólo cinco meses después de constituido.

"Somos muchos, más de 40, y estamos decididos a no dejar caer el Gobierno. Por lo tanto, daremos la confianza a Letta", declaró, por su parte, el senador Carlo Giovanardi, otro dirigente del PDL.

Entre 20 a 40 tránsfugas, según la prensa italiana, votarían a favor de la confianza. Letta necesita 161 votos en el Senado para obtener la confianza, pero según los conteos, tiene asegurados unos 140.

Las negociaciones proseguían entre bambalinas para obtener el apoyo de varios tránsfugas y senadores vitalicios.

Del otro lado, Berlusconi convocó a amigos y desertores a su residencia romana, Palazzo Grazioli, donde se han multiplicado las reuniones.

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"Hacer caer el Gobierno es un error. Hay que tener en cuenta la situación internacional y europea", protestó el diputado de derecha Fabrizio Cicchitto, entre las figuras conocidas por su lealtad a Berlusconi.

La fractura es tan clara que la prensa publica la lista de "halcones", los extremistas a favor de la crisis, y de las "palomas", los moderados aliados del Gobierno.

La eventual traición a Berlusconi, conocido por su astucia para compactar a sus huestes prometiendo cargos, trabajos y sueños, podría resultar histórica y determinar el fin de veinte años de reinado como líder indiscutible de la derecha.

Para el ex parlamentario del PDL Giorgio Stracquadanio, Berlusconi "perdió la lucidez" y cree que, sin inmunidad, puede terminar en la cárcel por los procesos en los que está acusado de abuso de poder, prostitución de menor y corrupción de un senador.

"Perdió la brújula", sostiene el editorialista del diario económico Il Sole 24 Ore, Stefano Folli, que advierte que la inestabilidad política de Italia recae también "sobre su vida, su imperio, sus amigos y su familia".

"Los italianos tienen otros problemas para perder energías en juegos políticos", sostiene Sandra Corvi, una pensionada entrevistada en Roma por AFP-TV.

Letta presentará, en el Parlamento, un programa económico y social hasta 2015 para dar estabilidad a Italia, tercera economía de la zona euro y sumida en una fuerte recesión económica, con un desempleo del 12,2% en agosto, que afecta al 40% de los jóvenes.

La incertidumbre política de Italia amenaza, además, con reabrir la crisis del euro, ya que la prima de riesgo se ha alzado en estos días ante la crisis de gobernabilidad.