Aunque que muchos iraníes dieron la bienvenida a la histórica conversación telefónica entre el presidente Barack Obama y su homólogo iraní Hasán Ruhani, algunos políticos de línea dura en Irán acusan a su líder de venderse.
Alaeddin Boroujerdi, líder del comité de política exterior y seguridad nacional del Parlamento, fue citado el sábado por los medios de comunicación diciendo que la llamada telefónica de 15 minutos realizada el viernes mostró el "poder" de Irán.
Sin embargo, el sitio web de noticias de línea dura rajanews.com publicó que no había justificación para que Rohani hablara con el "Gran Satán", como llama a Estados Unidos, y que la conversación fue "inútil".
Según este sitio, la "resistencia de 33 años" (en referencia a la política exterior posterior a la revolución islámica) es el diamante más preciado de la nación iraní y le cuestiona "haberse puesto frente al Gran Satán con una diplomática sonrisa".
Raja News acusa a Rohani de haber dilapidado "con un teléfono celular" ese período de "dureza y sufrimiento", además de "la vida de cientos de miles de mártires".
También promovió un recibimiento hostil para el presidente a su regreso a Teherán: "Debe ser responsable de estos actos, que no están en el marco de la revolución islámica ni de los intereses nacionales", advierte el medio.
Además asegura que la conversación telefónica el viernes, en la que ambos presidentes se comprometieron a resolver las preocupaciones sobre las ambiciones nucleares de Irán, generó "una ola de ira y confusión en medio de un movimiento revolucionario vulcanizado".
Un zapato fue lanzado este sábado contra el coche del presidente iraní, mientras su comitiva salía del aeropuerto Mehrabad unos 60 islamistas radicales gritaban "muerte a Estados Unidos" y "muerte a Israel". Frente ellos entre 200 y 300 partidarios del presidente gritaban "gracias Rohani".
Un pequeño grupo de policías separó a los manifestantes rivales.
El zapato no tocó el vehículo y Rohani se levantó para saludar a los manifestantes través del techo abierto del coche.
El diálogo directo entre Obama y Rohani fue el primero entre mandatarios de Estados Unidos e Irán desde 1979, y ambos se comprometieron a limar las diferencias provocadas por el plan nuclear que ha aislado los iraníes de la comunidad mundial y dio lugar a sanciones económicas.