Carlitos Nair está internado en una clínica psiquiátrica en Mendoza por su adicción a la morfina. Para hablar sobre este tipo de excesos en la segunda edición de América Noticias, invitaron a a href="http://www.infobae.com/personajes/ricardo-fort-a914" rel="noopener noreferrer" Ricardo Fort/a, quien debe tomar esa droga para calmar los fuertes dolores que sufre en su espalda.
El millonario se quebró cuando la conductora Mónica Gutiérrez le preguntó cómo le cambio la cabeza al estar en un cuerpo que sufre. "Me ha cambiado mucho, me mataste... Fui un tipo que de chico siempre hice gimnasia. Entrené siempre, mi cuerpo era lo más sagrado para mí, me hacía sentir que la gente me admiraba, me aceptaba por mi físico. Una boludez mía que tenía en la cabeza, a una persona se la acepta por lo que es y no por la parte visual", le contestó Fort, muy emocionado.
La periodista también comenzó a llorar al escuchar el testimonio del mediático, quien reveló que tras una operación de su espalda (en la le pusieron 32 tornillos y dos varillas) comenzó a tomar desde hace dos años morfina controlada por los médicos. Son pastillas por vía oral que ingiere tres veces por día.
"Cada vez que me levanto de una silla, tengo que agarrarme de algo para no sentir dolor y caminar poco porque no puedo caminar bien, me afecta en el trabajo, con mis hijos, el día a día, con la pareja. Pasas a ser un inválido, es muy fuerte. Hay veces que no sé qué hacer porque no le encuentro salida. No hay un final y no termina más, es operación, tras operación", relató Ricardo.
"Yo quiero encontrar a un médico que me solucione esto y no pasar por todo esto, que se acabe esto, que pueda hacer mi vida normal. Me estoy yendo a Miami, hablé con Lucía Galán y me hizo una conexión con el mejor traumatólogo de espalda en Estados Unidos y vamos a ver qué me dice", agregó.
Además contó que le da mucho miedo tener que volver a entrar al quirófano porque corre el riesgo de quedar inválido o paralítico. Pero a pesar de las dificultades, prefiere operarse a tener que seguir viviendo con los dolores que sufre actualmente.
"El dolor físico y psíquico es una experiencia intransferible. Solo los que pasaron por eso saben lo que es. Perdoname que te metí en esta cosa tan íntima", señaló Mónica, entre lágrimas.