El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, partió a China poco antes de la medianoche del jueves, tras la polémica que desató su viaje por los altos costos, en el que buscará acentuar el acuerdo financiero que sostiene con ese país de Asia.
En su primera visita como presidente al gigante asiático, el mandatario venezolano prevé reunirse con su homólogo chino, Xi Jinping, y el primer ministro, Li Keqiang, con miras a fortalecer la cooperación bilateral, iniciada durante el gobierno del fallecido mandatario Hugo Chávez (1999-2013).
"Es una alianza entre una gran nación del mundo, una gran potencia sobre la base del respeto y la igualdad. No es una relación como otras potencias como los Estados Unidos establecen, relaciones imperiales de saqueo", disparó el gobernante.
Venezuela y China, con un intercambio comercial de más de 20.000 millones de dólares en 2012, mantienen millonarios convenios en diversas áreas como energía, industria, tecnología y vivienda. Además, el gigante asiático se ha convertido en una importante fuente de financiamiento para el país sudamericano.
El miércoles, el ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, anunció un nuevo préstamo del Fondo Chino-Venezolano por unos 5.000 millones de dólares acordado durante la visita que realiza a Pekin para preparar la llegada de Maduro.
Venezuela vende 640.000 barriles diarios de petróleo a China, de los cuales 264.000 se destinan a pagar la deuda de Caracas con el gigante asiático por créditos que Pekín le ha otorgado en los últimos años.
Nueva fisura en las relaciones con los Estados Unidos
Antes de partir rumbo a China, Nicolás Maduro denunció al gobierno de los Estados Unidos de haberle negado la autorización para sobrevolar el espacio aéreo de Puerto Rico. Por eso, el mandatario venezolano ordenó cambiar la ruta.
"He ordenado que hagan otra ruta aunque sea más larga, pero los Estados Unidos no me van a impedir que vaya a China. Negarle el permiso a un jefe de Estado para que sobrevuele el espacio de un país que ellos han colonizado es una falta grave", afirmó en un acto en Caracas, horas antes de emprender su viaje hacia el gigante asiático.
Sin embargo, el gobierno norteamericano aún no se expidió sobre el tema.
A su vez, Maduro también acusó a la Casa Blanca de "condicionar" la asistencia de la delegación venezolana a la Asamblea General de la ONU, que se realizará en Nueva York, al no permitirle la visa a algunos funcionarios.
"Nos quieren condicionar que no le darán la visa al ministro del despacho de la Presidencia (Wilmer Barrientos), pero usted (presidente Barack Obama) está obligado a darle la visa a todo mi equipo", fustigó el presidente venezolano, quien advirtió que tomará las "medidas diplomáticas necesarias" en caso de que parte de su delegación no pueda viajar a Nueva York.