"Tengo esperanzas de que las conversaciones que mantiene el secretario (de Estado John) Kerry con el ministro de Asuntos Exteriores (ruso Serguei) Lavrov y otros participantes puedan arrojar resultados concretos", dijo Obama durante un consejo de ministros en la Casa Blanca.
Kerry está "en el exterior para reuniones sobre un tema al cual hemos dedicado mucho tiempo en las últimas semanas: la situación en Siria y la manera en que podemos asegurarnos de que las a href="http://www.infobae.com/temas/armas-quimicas-a1344" rel="noopener noreferrer" armas químicas/a no sean usadas contra inocentes", agregó Obama.
Acompañado de un equipo de expertos, Kerry tiene previsto mantener conversaciones sobre la propuesta rusa de controlar o destruir este arsenal. Los encuentros se realizarán en Ginebra.
El presidente de Siria, Bashar Al Assad, ha dicho en declaraciones a la televisión rusa que estaba dispuesto a ceder el control de su armamento, como ha propuesto Moscú para desactivar el conflicto.
Obama aceptó, el martes, dejar una oportunidad a esta iniciativa diplomática y pidió al Congreso no votar de inmediato una resolución que autorice el uso de la fuerza contra el régimen sirio, en respuesta al ataque con armas químicas perpetrado el 21 de agosto en las afueras de Damasco, que, según la inteligencia estadounidense, dejó 1.429 muertos.
Kerry ha dicho que su reunión con Lavrov "durará probablemente dos días", con la posibilidad de que se alargue incluso hasta el sábado, indicó la vocera del Departamento de Estado, Jen Psaki, en rueda de prensa.
El jefe de la diplomacia estadounidense planea, además, reunirse con el mediador internacional para Siria, Lajdar Brahimi, pero no está previsto que ambos mantengan un encuentro a tres bandas junto a Lavrov y tampoco se espera que Kerry vea a ningún representante del régimen sirio durante su estancia en Ginebra, según Psaki.
"Además, viajaremos con un equipo de expertos que se reunirá con el equipo ruso", anunció Psaki.
La propuesta rusa consiste en identificar y destruir el arsenal químico de Siria, cuyo ministro de Exteriores, Walid Muallem, se comprometió ayer miércoles a aceptar ese plan y suscribir a la Convención Internacional para la Prohibición de Armas Químicas.
"Queremos poner a prueba la seriedad de esta propuesta, hablar sobre los puntos específicos de cómo podría llevarse a cabo", apuntó Kerry.