Ayer, desde su campus en Cupertino, California, Apple dio a conocer su nueva generación de iPhone, el iPhone 5S, a la cual sumó una versión más económica y colorida, el iPhone 5C.
Si bien el nuevo iPhone mantuvo las líneas generales de su antecesor, el iPhone 5 introdujo algunos cambios, como un chip más rápido (el A7, con arquitectura de 64 bits) y mejoras en la cámara y su software, acompañados además de nuevos colores, como dorado, en el plano estético.
El iPhone 5C, en tanto, mantuvo características similares al iPhone 5, aunque con carcasas de policarbonato en cinco colores diferentes y algunos cambios en sus dimensiones (grosor, alto y ancho) y peso.
Durante su presentación, Apple destacó que sus nuevos iPhone dan soporte para una mayor cantidad de redes LTE en distintas operadoras de todo el mundo. Inclusive, al presentar su iPhone 5C, Apple prometió velocidades de descarga de hasta 100 Mbps operando en redes LTE.
Sin embargo, los usuarios argentinos no podrán disfrutar de esas velocidades debido a que los smartphones locales operan con redes 3G y la instalación de redes LTE en el país aún está pospuesta, a pesar de que el Estado sostuvo en distintas ocasiones que planeaba explotar esa tecnología.
En América Latina y el Caribe, hay 12 países que ya tienen este tipo de redes comerciales con distinto alcance en su cobertura; a nivel mundial existen alrededor de 200. Inclusive, algunos países ya están probando el LTE Advanced, la próxima generación de la tecnología, y en Rusia se implementó una red de ese tipo en 2012 (aunque hasta este año no hubo dispositivos compatibles).
EL LTE (Long Term Evolution) es un estándar de comunicación inalámbrica de alta velocidad, que utilizan dispositivos móviles, por ejemplo, y es una evolución respecto de las tecnologías GSM y UMTS con mejoras en velocidad y capacidad. La organización International Telecommunications Union (ITU) dio su visto bueno para que también fuera considerada 4G, el paso siguiente a la conectividad 3G.
El soporte para esta conectividad hace un tiempo viene incorporado en teléfonos de gama: teléfonos como el Samsung Galaxy S4, el Lumia 1020 y el BlackBerry Z10 operan en redes LTE, para solo nombrar algunos. El iPhone 5, antecesor del 5S, también incorporaba la característica.
De esta manera, quienes decidan comprar un nuevo modelo de iPhone para emplearlo en la Argentina se encontrarán con los mismos inconvenientes que el resto de los usuarios de cualquier teléfono 3G: el mal funcionamiento de las redes, que impide mantener conversaciones y navegar.
En este sentido, en términos de conectividad, no habría mayores diferencias al utilizar, por ejemplo, un iPhone 4S, el modelo que Apple lanzó al mercado en 2011.