Cuando aún el almanaque marca que estamos en invierno, los argentinos nos vimos sorprendidos por una a href="http://www.infobae.com/temas/ola-calor-a1996" rel="noopener noreferrer" ola de calor/a en el centro y norte del país, con temperaturas que alcanzan los 40º.
En Buenos Aires, el Servicio Meteorológico Nacional prevé para mañana máximas de 30º y para el jueves lluvias y descenso de la temperatura, con máximas que el viernes no superarán los 16º.
Lo que se dice una amplitud térmica suficiente para caer en cama.
Ahora, ¿cómo le hacemos frente sin morir en el intento?
"En cuanto a los días de calor las recomendaciones son básicamente mantener una buena hidratación, no exponerse al sol por periodos prolongados y de ser posible evitar hacer actividad física intensa", aconsejó consultado por Infobae el doctor Martín Lynch Garay (MN 124283), médico clínico del Hospital Universitario Austral, quien insistió en que estos cuidados son sobre todo "para aquellas personas mayores de edad que tienen el mecanismo de la sed alterado y habitualmente no se hidratan de forma adecuada".
Y con el objetivo de no enfermarnos ante los cambios abruptos de temperatura, el especialista destacó que "el problema suele tener que ver con la exposición al frío que toma por sorpresa a los pacientes".
"Son aquellos momentos los que podrían generar trastornos en el funcionamiento de las vías aéreas y favorecer las infecciones. Es por eso que se recomienda informarse en cuanto al pronóstico diariamente para evitar este inconveniente", remarcó, al tiempo que insistió en que "todas las recomendaciones toman mayor importancia en los pacientes de mayor edad, así como en los bebés, dado que su capacidad de adaptarse al medio es menor, por lo que claramente son las personas más vulnerables".
En resumen, para evitar bajones de presión y golpes de calor en estos días:
• Hidratarse en forma frecuente (más de 2 litros diarios)
• No exponerse al sol en horarios de altas temperaturas.
• No realizar actividad física exigente en horarios de altas temperaturas
• Comer liviano (en base a frutas y verduras)
• Evitar el consumo de alcohol
• Permanecer en lugares frescos y ventilados
• Utilizar ropas blancas y livianas
Cómo varía la deshidratación según la edad
De acuerdo a la edad y situación de la vida, las personas tienen diferentes necesidades de hidratación. Existen grupos de individuos con mayor riesgo de deshidratación, en los cuales es necesario prestar especial atención, entre ellos:
Bebés: cuadros virales o bacteriales que ocasionen vómitos y diarreas pueden causar seria deshidratación en este grupo. Acudir al médico para equilibrar el balance hídrico.
Niños: son más activos que los adultos y transpiran más. Necesitan compensar la mayor pérdida de agua. Además tienen menor percepción de la sed cuando están entretenidos.
Embarazadas y mujeres en período de lactancia: tienen la sensación de sed más sensible, ya que requieren mayor aporte de agua para producir leche y los líquidos que el organismo necesita en el embarazo.
Ancianos: su mecanismo de sensación de sed se ve alterado y pueden presentar dificultades para tragar. Pueden requerir ingerir más agua para que sus riñones funcionen mejor. Además, es posible que exista un acceso limitado a la bebida por dificultades para desplazarse.
El mecanismo de la sed está regulado por el cerebro, que informa al organismo la sensación de sed cuando el cuerpo ya perdió del 1 al 2% del agua, por ello no se debe esperar a tener sensación de sed para tomar agua, especialmente en los días de intenso calor como también cuando se realiza actividad física.
¿Cómo comprobar si se está correctamente hidratado?
El color de la orina es una señal del nivel de hidratación. Éste debe ser amarillo claro para que uno se encuentre dentro de niveles saludables. Si, en cambio, la orina es de olor fuerte y de color oscuro, es probable que exista cierto grado menor de deshidratación.