Barack Obama y Bashar Al Assad están enfrentados también en un reto mediático: el presidente de los Estados Unidos brindó seis entrevistas a cadenas televisivas que serán emitidas este lunes, en víspera del discurso a la nación que pronunciará el martes. Pero el lunes también los estadounidenses podrán escuchar al sirio, entrevistado por la CBS.
La cadena televisiva adelantó este domingo algunos contenidos de la entrevista, la primera del dictador a un medio estadounidense en más de dos años. "No hay evidencia de que haya utilizado armas químicas contra mi propio pueblo", afirmó en la entrevista concedida en Damasco al periodista Charlie Rose, en la que aseguró que su país está preparado ante un posible ataque y amenazó con represalias por parte de los países aliados.
La réplica no tardó en llegar por parte de la administración de Obama: "No nos sorprende que alguien que ha matado con gas a miles de personas de entre su gente, incluidos cientos de niños, mienta".
Del mismo tenor fueron las palabras del jefe de gabinete de la Casa Blanca, Denis McDonough, en el ámbito de una campaña intensiva de Obama para convencer a los estadounidenses y al Congreso de la necesidad de una acción militar limitada en Siria.
"Al Assad está mirando de cerca lo que sucede en Washington, es importante mandar un mensaje claro", sostuvo McDonough, insistiendo en que una acción limitada es menos riesgosa que no hacer nada. Y, sobre todo, asegurando a los estadounidenses de que no será otro Irak ni otro Afganistán.
McDonough se dirigió también a los miembros del Congreso, llamados a pronunciarse sobre la intervención en Siria: les corresponde a ellos decidir si debe haber consecuencias, según remarcó.
La Cámara de Representantes vuelve oficialmente este lunes al trabajo tras el receso estival. Se prevé que vote sobre Siria en la semana del 16 de septiembre. El Senado, en cambio, votará este miércoles, 11, aniversario de los ataques de Al Qaeda contra Nueva York y Washington.
El Pentágono, en tanto, sigue limando los planes de una posible intervención: se trataría de un ataque de solo tres días, con misiles dirigidos a objetivos identificados, muchos más numerosos respecto a los 50 iniciales.
Las palabras del jefe de gabinete de la Casa Blanca sobre las pruebas a disposición fueron más cautas que las usadas por
, secretario de Estado, actualmente en medio de una ofensiva diplomática en Europa, quien
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