El "Rojo" daba el primer paso en la historia de la Intercontinental

En 1964, Independiente recibía al Inter de Helenio Herrera en Avellaneda y disputaba, así, la primera final de un conjunto argentino a nivel mundial. Aunque no lograba apoderarse de la corona, abría una etapa gloriosa que llevaría a nuestro país a ser el más ganador de este certamen

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Las nueve copas Intercontinentales que lucen en las vitrinas de los distintos equipos argentinos y que convierten a nuestro país como el más ganador de esta corona, tuvieron que ganarse a base de mucho sudor. Un esfuerzo que inició Independiente, segundo equipo más ganador de nuestras tierras después de Boca. La primera vez que un conjunto nuestro pudo llevarse el máximo título a nivel clubes fue en 1964 y, aunque la hazaña estuvo cerca, se debió esperar tres años hasta que Racing supere al Celtic y la traiga por primera vez.


Independiente había ganado la que en ese momento se llamaba Copa Campeones de América, que un año más tarde cambiaría su nombre a Copa Libertadores de América, su actual denominación. Esa era la primera de las siete que luego ganaría el conjunto de Avellaneda. Aquella coronación, le había dado el pasaje a disputar la final de la Copa Intercontinental; la primera vez para un equipo nacional en esa instancia.


Del otro lado, llegaba un típico equipo italiano de esas épocas: el Inter del "Mago" Helenio Herrera. El "Neroazurro" llegaba de punto, porque el conjunto de Avellaneda, en esos años, era casi imbatible gracias al buen fútbol que desplegaba: el famoso 'paladar negro'. Pero los de Herrera quemarían los papeles basándose en la táctica, en la marca y en un buen estado físico: 'Catenaccio' puro.


      

Bernao, Mura, Savoy, Rodríguez, Ferreiro, Santoro. Ellos empezaban a construir la grandeza de Independiente y querían darle su primer cetro Intercontinental. Por eso, el miércoles 9 de septiembre de 1964 la Doble Visera se vestía de gala para jugar la final de esa Copa. Debut absoluto para la Argentina en esa instancia.


      

Mario Rodríguez metía un cabezazo y, con complicidad del arquero Giuliano Sarti, ponía el 1-0 con el que el "Rojo" ganaría el partido de ida. Todo hacía creer que la corona se quedaría en Avellaneda. Pero en la vuelta en el San Siro, el Inter fue más inteligente, 'embarulló' el fútbol de Independiente y se quedó con el choque de vuelta por 2-0 con tantos de Sandro Mazzola y Mario Corso. La definición sería para los italianos, en el Santiago Bernabeu, tierras neutrales. En tiempo reglamentario igualaron 0-0, pero en el complementario, Mario Corso apareció y metió el único tanto con el que lograría la gloria el Inter.