Kodak emergió hoy por fin de la suspensión de pagos en la que se declaró en enero del año pasado, pero lo hizo como una empresa mucho más pequeña y muy distinta a la legendaria firma que cambió por completo el mundo fotográfico, centrada ahora en la impresión comercial.
"Hemos emergido como una compañía tecnológica que ofrece servicios de imagen para los negocios, incluyendo el empaquetado, la impresión funcional, las comunicaciones gráficas y los servicios profesionales", dijo hoy en un comunicado el presidente y consejero delegado de Kodak, el español Antonio Pérez.
Tal y como estaba previsto, la empresa presentó hoy ante el Tribunal de Bancarrota del Distrito Sur de Nueva York una notificación informando de su salida oficial de la suspensión de pagos, que había quedado encarrilada hace dos semanas, cuando el juez Allan Gropper dio luz verde al plan presentado por Kodak.
"Hemos sido revitalizados por nuestra transformación y ahora nos hemos reestructurado para convertirnos en un formidable competidor, más pequeño, con una sólida estructura de capital, un saneado balance y con la mejor tecnología de la industria", añadió el directivo.
Como parte del plan de salida de la suspensión de pagos, todas las acciones comunes de Kodak han sido canceladas, al tiempo que ha emitido nuevos títulos entre aquellos inversores que participaron en su emisión de derechos y ofrecerá otra clase de acciones a los acreedores no preferentes.
Se prevé que la compañía solicite a alguno de los principales mercados de valores de Nueva York que sus acciones vuelvan a cotizar en bolsa (dejaron de negociarse en el NYSE cuando se declaró en suspensión de pagos), algo que podría comenzar a ocurrir la semana que viene en los mercados secundarios.
Durante este año y medio, la compañía se ha dedicado a la venta de múltiples de sus áreas de negocio como su servicio online para compartir fotografías o sus patentes tecnológicas, por las que obtuvo 525 millones de dólares, lejos de los 2.000 millones que esperaba recaudar.
Además, a finales de abril la empresa alcanzó un acuerdo con su mayor acreedor, su plan de pensiones en Reino Unido, para venderle por 650 millones de dólares su negocio de imágenes personalizadas y escaneado de documentos, lo que supondrá que unos 3.200 de sus empleados trabajarán ahora para ese fondo de pensiones.
La compañía de Rochester (Nueva York), fundada en 1880 por el inventor George Eastman, logró una línea de crédito de 895 millones de dólares de los bancos JPMorgan Chase, Bank of America y Barclays para financiar sus operaciones una vez saliera de la suspensión de pagos.
Agobiada por una deuda de más de 6.700 millones de dólares, Kodak se acogió al Capítulo 11 de la Ley de Bancarrotas estadounidense en enero de 2012 después de años en los que no supo sacar provecho a sus propios inventos, como la cámara digital, que no explotó por miedo a afectar su negocio de película tradicional.