El dólar libre terminó sin cambios, a $9,25, y el oficial avanzó a $5,69

La brecha entre ambas cotizaciones se redujo a 62,6 por ciento. El dólar libre sube 35,4% en el año, mientras que la divisa en casas de cambio y bancos registra una ganancia de 15,7 por ciento

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El dólar libre continuó con reducidas operaciones y concluyó la jornada sin variantes, a 9,25 pesos para la venta. Por su parte, el dólar oficial se negoció con un aumento de un centavo en la segunda rueda de la semana, a 5,63 pesos para la compra y a 5,69 pesos para la venta.

a href="http://opinion.infobae.com/juan-gasalla/2013/09/01/aterrizaje-forzoso-del-peso-argentino/" rel="noopener noreferrer" Claramente la tendencia de la divisa es ascendente/a. Cabe recordar que en agosto el dólar registró la mayor alza del billete en lo que va del año. De esta manera, hasta ahora la suba es de casi 16%, lo que representa el doble del porcentaje para la misma fecha del año pasado.

Mientras que el dólar oficial mantenía su comportamiento alcista, en la franja libre se replicaba la tendencia aunque con escasos negocios debido a redadas de agentes fiscales para desalentar esta práctica, dijeron operadores a Reuters.

El BCRA salió a vender divisas para equilibrar la demanda

"Por el feriado de ayer (lunes en los EEUU) los operadores tuvieron un poco mas de oferta del lado de la exportación, pero no alcanzó a equilibrar la demanda, quedando el Banco Central con un saldo negativo de u$s40 millones en su intervención de compraventa para dar liquidez al mercado", dijo un operador. El dólar en el segmento interbancario ascendió a un valor récord de 5,6925 pesos.

Las reservas cayeron este martes a u$s36.752 millones, su piso desde el 13 de abril de 2007, unos u$6.538 millones desde enero, una pérdida sin precedentes desde 2001.

Los negocios denominados "contado con liquidación", por los que se consiguen dólares sorteando restricciones cambiarias mediante compras locales de activos para su posterior venta, promediaron un valor de $8,90 por dólar.

Argentina mantiene un férreo control cambiario e impide las compras de divisas para atesoramiento, lo que estimula un mercado paralelo que el Gobierno tolera.