El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) denunció que en amplias zonas próximas a la capital de Siria, Damasco, la gente muere debido al agotamiento de los suministros médicos y a que no hay personal para brindar atención. "Cientos de personas están muriendo a diario o luchando para salvar a sus heridos", declaró el jefe de la oficina del CICR en Siria, Magne Barth.
Los habitantes del área rural de Damasco también están sufriendo hambre porque la ayuda humanitaria no puede llegar de forma regular, agregó el responsable de la organización humanitaria en ese país.
Sostuvo que el sufrimiento de la población civil ha llegado a "niveles sin precedentes" y lamentó que no parezca haber un fin a este tormento, en un guerra civil que ha costado la vida a más de 100.000 personas en cerca de dos años y medio.
Además, casi dos millones de sirios han huido del país, la mitad de ellos niños, para refugiarse, en su mayoría, en alguna de las naciones vecinas. "Una mayor escalada (de la violencia) probablemente provocará más desplazamientos y aumentará las necesidades humanitarias, que ya son inmensas", dijo Barth.
Los ojos están ahora puestos en el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien evalúa las condiciones para una intervención militar en Siria, luego del ataque de la semana pasada con armas químicas contra un barrio en la periferia de Damasco, del que se acusa a las fuerzas del régimen de Bashar Al Assad.
En estas circunstancias, el CICR recordó que además hay áreas en Siria que están aisladas por meses y a las no se ha dado acceso ni siquiera a los voluntarios de la Media Luna Roja Siria, la organización de socorro nacional.
"El CICR y la Media Luna Roja se mantienen comprometidos como siempre y están listos para responder a las necesidades, donde éstas se encuentren y sean las que sean, en la medida en que el trabajo humanitario pueda ser desarrollado y se dé acceso incondicional a todas las áreas", indicó Barth.