Existe evidencia que indica que alguna clase de sustancia química se utilizó en un ataque en el que murieron cientos de personas en Siria, dijo el miércoles el enviado especial de la ONU Lajdar Brahimi, pero agregó que cualquier ofensiva militar en el país árabe debe tener el aval del Consejo de Seguridad.
Brahimi habló con reporteros en Ginebra mientras un equipo de inspectores de la ONU investiga el presunto ataque con gas venenoso cerca de Damasco el 21 de agosto; y mientras crece el apoyo para una acción militar de Occidente contra el régimen del presidente sirio Bashar al Assad.
Brahimi dijo que "parece que se utilizó alguna clase de sustancia" que mató a cientos de personas, pero "la ley internacional dice que cualquier acción militar dirigida por los a href="http://www.infobae.com/lugares/estados-unidos-a500" rel="noopener noreferrer" Estados Unidos/a debe emprenderse después" de que se logre un acuerdo entre los 15 países que integran el Consejo de Seguridad.
Agregó que el gobierno del presidente a href="http://www.infobae.com/personajes/barack-obama-a84" rel="noopener noreferrer" Barack Obama/a no se distingue por andar con el dedo en el gatillo.
Los esfuerzos de paz
Brahimi, quien desde hace un año es el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, admitió que ahora es incapaz de asegurar que habrá una conferencia de paz -llamada Ginebra 2- para poner fin a la guerra civil en el país árabe.
Aseguró, no obstante, que el gobierno de Estados Unidos le ha asegurado que se mantiene comprometido con sus esfuerzos diplomáticos para ese fin, al igual que Rusia.
"He hablando con las dos partes (EEUU y Rusia) y ellos me han dicho que siguen interesados y comprometidos con Ginebra 2", aunque "los eventos del 21 de agosto tendrán un efecto sobre cómo llegar" a ese foro de negociación, comentó a los periodistas.
Una acción militar externa contra el régimen de Bashar al Assad indudablemente tendrá también un impacto sobre el proceso diplomático, reconoció, sin poder adelantar si lo bloqueará definitivamente o, por el contrario, lo acelerará.
Brahimi, que desde principios de mes trabaja con su equipo desde Ginebra para encontrar una solución política al conflicto sirio, reconoció que hay "un antes y un después" del ataque del pasado día 21 contra civiles en las afueras de Damasco, en el que existen múltiples evidencias de que se usaron armas químicas.
A este respecto, el mediador sostuvo que "la sustancia" que se utilizó aquel día en el barrio de Guta causó la muerte de "300, 600, quizá 1.000 o más personas", un hecho que calificó de "horrendo" e "inaceptable".
Ese ataque en una zona en la que vivían civiles "confirma cuán peligrosa es la situación en Siria y la importancia de avanzar realmente en la voluntad política para resolver este asunto".