Ricardo Jaime: "Me sorprende la acusación y desconozco el hecho que se me imputa"

El ex secretario de Transporte declaró ante el Tribunal Oral Federal 2 de Córdoba y  y negó haberse apoderado de unas tarjetas personales que lo vinculaban con una empresa de autos y motos

Hay documentación que vincula a Jaime con la operación de pago de coimas a la clase política brasilera Mario Sar 162
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Crédito: agencia Télam 162
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Ricardo Jaime está declarando en el primer juicio oral y público al que debe someterse. Vestido de traje y corbata y ante un escaso público, negó la acusación que pesa en su contra y dijo desconocer "el hecho que se me imputa".

El ex funcionario niega haberse metido en su bolsillo cuatro tarjetas personales que lo vinculaban con la empresa Cerro Motos, a su vez relacionada con el ministro de Planificación Julio De Vido. Jaime negó haber tenido tarjetas personales de esa compañía aunque admitió que conocía a sus dueños. Dijo no tener ninguna relación con esa empresa, hermana de la concesionaria Cerro Autos.

El ex secretario de Transporte intentó hacer un alegato político en el Tribunal. Dijo que su vida había sido "consagrada a la función pública y la política". El presidente del Tribunal Oral Federal 2 de Córdoba, Fabián Asís, lo interrumpió y le pidió que se ciñera al hecho que se le imputa. Jaime está enjuiciado porque un policía Federal que hizo un allanamiento en la casa de su hija Julieta, descubrió que el ex funcionario se había quedado con las tarjetas personales que lo vinculaban con Cerro Motos. Las tarjetas eran de color negro pero Jaime negó, ante preguntas del fiscal Maximiliano Hairabedián, haber tenido alguna vez una tarjeta personal que no fuera blanca.

El fiscal le pidió que explique por qué lo acusa el policía Miguel Ángel Maidana de haberse quedado con las tarjetas personales. "Yo no puedo saber por qué se dice algo que no ocurrió. En mi vida pública y luego, jamás tomaría un decisión contraria al derecho. Le pedí a mi abogado Marcelo Brito que este juicio se hiciera rápidamente, porque el hecho no ocurrió. No tengo ni idea de los documentos que se llevaron. Le dije a mi abogado, porque soy un hombre de bien, que quería estar frente al Tribunal para explicar lo que sucedió".

Estas manifestaciones de Jaime se contradicen con la enorme cantidad de recursos presentados por su abogado, que logró demorar tres años la iniciación del juicio. Es más, esta misma mañana, Jaime presentó dos recursos de Casación contra el comienzo del juicio. Y no logró suspenderlo.

El ex funcionario kirchnerista enfrenta desde hoy su primer juicio oral y público. Tiene abiertos más de 20 expedientes por corrupción. Pero la primera vez que se siente ante un Tribunal Oral será por otro delito. El intento -frustrado por un policía de la Federal- de robar pruebas de un allanamiento.

El 7 de junio de 2010 el juez Norberto Oyarbide ordenó varios procedimientos en Córdoba por la causa por enriquecimiento ilícito en la que se investiga el crecimiento patrimonial de Jaime y sus testaferros. Uno de ellos se hizo en la casa de Julieta Jaime, una de las hijas del ex funcionario. Cuando la policía llegó a la casa de la calle Omaguacas 91 en las afueras de Carlos Paz, un empleado de mantenimiento recibió a los agentes con un cordial "los estábamos esperando". Ricardo Jaime también dijo lo mismo: afirmó que tenía un pasaje para volar a Buenos Aires pero suspendió el viaje porque aguardaba el allanamiento. Cuentan testigos de ese procedimiento que los investigadores hallaron cables que revelaban la existencia de conexiones a internet pero no había computadoras. Alguien le había avisado a Jaime que iban a allanar la casa de su hija y otros lugares.

En ese allanamiento participaron Miguel Ángel Maidana y Eleonora Feser. Maidana tenía por entonces el grado de Inspector y revistaba en la Delegación Córdoba de la Policía Federal. Feser es contadora y asistía por orden de la Procuración General de la Nación a la fiscalía de a href="http://www.infobae.com/personajes/carlos-rivolo-a1109" rel="noopener noreferrer" Carlos Rívolo/a a cargo de la investigación sobre los bienes de Jaime.

Comenzó el allanamiento y se hallaron varias cosas. Maidana instaló una mesa en la planta baja para clasificar y resguardar las pruebas. Entre esas pruebas estaba un tarjetero con varias tarjetas personales. Unas cuatro tarjetas estaban sueltas y rezaban "Ricardo Jaime. Director Ejecutivo. Cerro Motos". La condición de ejecutivo de esa empresa daba dos informaciones: de qué vivía Jaime antes de que se cumpliera un año de su salida del Gobierno y además manifestaba su relación con la familia de a href="http://www.infobae.com/personajes/julio-vido-a1421" rel="noopener noreferrer" Julio de Vido/a. Santiago, uno de los hijos prósperos del ministro de Planificación había trabajado en esa empresa. Al mismo tiempo en Córdoba Capital se estaban allanando las oficinas de Cerro Autos, empresa hermana de Cerro Motos. Antes de la llegada de las autoridades judiciales a esa concesionaria de la marca Volkswagen, empleados de la empresa cargaron autos con carpetas y documentación y se las llevaron.

Mientras Maidana labraba el acta del allanamiento sentado a la mesa. Jaime se acercó y levantó el tarjetero y se metió en su bolsillo las tarjetas comprometedoras. El 9 de septiembre de 2010, Maidana declaró ante Graciela López de Filoniuk, la fiscal federal de Córdoba que investigó el caso. En su testimonio, al que accedió Infobae, Maidana deja claro cuál fue la intención de Jaime y además explicó cómo hizo para que el ex funcionario kirchnerista devolviera lo que se había llevado al bolsillo delantero derecho del pantalón. El policía le dijo a Jaime que "si no devolvía las tarjetas procedería a la debida requisa personal y posterior detención". Ante la advertencia de Maidana, Jaime devolvió esas tarjetas que podrían haber abierto otro capítulo de la investigación sobre los negocios del ex secretario de Transporte. Pero eso no sucedió porque las tarjetas jamás llegaron al juzgado de Oyarbide. Se esfumaron entre Córdoba y Buenos Aires. Y con ellas la posibilidad de seguir una nueva pista sobre los dineros de Jaime.

Con los testimonios de Maidana y Feser -que fue quien halló esas tarjetas en una campera de Jaime- y la declaración de otros tres testigos quedará completo el juicio. No debería durar más de dos o tres jornadas. A Jaime se lo juzga por el intento de robar las pruebas. No se las quedó porque el policía que lo descubrió le explicó que si lo hacía podía quedar detenido. Sólo por eso.