En un tiempo donde la inseguridad en la vía pública es moneda corriente, no nos quedan muchas opciones: o la negamos, o nos quedamos cómodos pensando que es "una sensación" o nos ponemos paranoicos y pensamos que la ley del "ojo por ojo" o peor, la del far west son posibles. Ninguno de los extremos es ideal, lo más a mano que tenemos los ciudadanos es estar informados, alertas, comunicados, con calma; y sobre todo hablar el tema en familia.
"La vía pública no es ni más ni menos que un reflejo de la sociedad en la que vivimos. Además de ser un espacio de tránsito y encuentro de personas, la calle es un lugar donde se pueden desarrollar situaciones riesgosas pero previsibles. En general, quienes están al acecho eligen como víctimas a quienes están distraídos, ensimismados, parecen temerosos o indefensos, o llaman la atención por usar vestimenta ostentosa, joyas u objetos de valor, en muchos casos sin ser conscientes de ello",
.
Spátola está dedicada a las cuestiones y situaciones de inseguridad en la vida cotidiana y en ese marco editó el libro
(Emecé). Allí ofrece una serie de
para hombres, mujeres y jóvenes acorde a sus comportamientos más clásicos en la vía pública y para conocer su estatus de alerta frente a la inseguridad.
Para la especialista en seguridad, "el arrebato es el delito más frecuente en la vía pública, aunque las estadísticas no lo reflejan con exactitud porque son muy pocos los casos que se denuncian ante la policía. El blanco predilecto son las carteras y los bolsos que las mujeres llevamos colgados al hombro porque se pueden arrebatar con un tirón súbito, en general sin mayores consecuencias. Y aunque nunca se haya sufrido ni presenciado directamente un hecho delictivo violento, no hay que permitir que el miedo te convierta en presa fácil de la ansiedad, la fobia social, el delirio de persecución o el pánico. Siempre está bien tener cuidado, pero eso no significa que debamos aislarnos ni restringir nuestras actividades", explica la abogada.
Aquí las dos encuestas en 10 puntos para que hombres y mujeres se conozcan un poco mejor y sepan cuál es su estatus frente a situaciones de inseguridad en la calle.
Encuesta para hombres: ¿Estás preparado o tenés claro cómo evitar situaciones de riesgo en la vía pública?
A- No. ¿Para qué los tengo si no puedo usarlos?
B- No veo nada de malo en mostrarlos. Es suficiente con no hacer ostentación.
C- Es mejor no tener relojes caros ni joyas a la vista en la vía pública.
A- Siempre la llevo en el bolsillo del saco o abrigo.
B- A veces sí.
C- Nunca llevo la billetera ahí. La guardo en el bolsillo del pantalón.
A- Sí, no tengo cuidado.
B- Sólo si no tengo alternativa.
C- Nunca camino por calles desiertas. Incluso prefiero dar un rodeo y caminar de más.
A- No, no me parece riesgoso.
B- Puede ser, pero no le doy demasiada importancia.
C- Sí, trato de no circular cerca del borde del cordón.
A- Sí, con frecuencia.
B- A veces sí, sobre todo si estoy preocupado por algo.
C- No, cuando camino trato de estar atento solamente a mi alrededor.
A- Me acerco para escuchar bien lo que me pregunta y contestarle.
B- A veces me acerco y otras no.
C- Le contesto de lejos, manteniendo una distancia prudencial.
A- No, me parece exagerado.
B- Si me doy cuenta de que me están escuchando, trato de hablar en voz baja.
C- Además de hablar en voz baja, no menciono ningún dato personal o familiar.
A- Elijo los lugares más cercanos, no importa cómo sean.
B- Sólo si no tengo que caminar mucho.
C- Sí, lo prefiero aunque tenga que caminar varias cuadras.
A- Acepto su ayuda.
B- No sabría qué hacer.
C- No permito que ningún extraño me toque, aunque diga que quiere ayudarme.
A- No me parece necesario.
B- Dudo que eso pueda ayudar.
C- Me parece una buena idea.
1- ¿Estás distraída en la calle con frecuencia y prestás poca atención a lo que pasa a tu alrededor?
A- Sí, creo que sí.
B- La verdad, no sé.
C- No, cuando estoy en la calle estoy atenta a todo.
A- En el respaldo de la silla.
B- Donde me resulte cómodo.
C- Sobre mi falda.
3- ¿Te parece que es lo mismo usar las escaleras o el ascensor?
A- En general uso las escaleras porque no me gusta el ascensor.
B- Si el ascensor está disponible, lo tomo. Si no, voy por las escaleras.
C- Siempre prefiero tomar el ascensor.
A- Sí, converso con frecuencia de todo eso.
B- A veces, sí.
C- No, nunca hablo de estos temas con extraños.
A- Sí, si están de moda.
B- Algunas veces.
C- Nunca uso ese tipo de zapatos o ropa porque me siento incómoda.
A- No, no creo que sea importante.
B- Me gustaría, pero no siempre me doy cuenta.
C- Sí, estoy atenta a cualquier cambio de ese tipo.
A- No, no van a ninguna parte.
B- Si son solo unos minutos, no tiene importancia.
C- Nunca pierdo de vista a mis chicos, ni un minuto.
A- Sí, no veo cuál es el problema.
B- A veces les permito ir solos.
C- No, nunca los dejo solos excepto si son adolescentes, y en ese caso sólo si van en grupo con amigos que conozco.
A- No me parece necesario decirles eso.
B- No sé qué hacer porque no querría asustarlos.
C- Desde que eran chicos les repito que no hagan ninguna de esas cosas.