Testigos presenciales en la zona siria de
Guta Oriental han descrito síntomas y
métodos de disparo propios de armas químicas en el ataque
de este miércoles que causó varios cientos de muertos y otros cientos de
heridos, según dijo la organización Human
Rights Watch (HRW).
La organización humanitaria afirmó en un comunicado que, si el Gobierno sirio
no tiene nada que ver en el ataque, tal como afirma, debe dar "acceso inmediato" a la zona al
equipo de la ONU de investigación de armas químicas que actualmente se
encuentra en Damasco.
Varios habitantes y médicos de la zona señalaron a HRW
que cientos de personas, incluyendo muchos niños, murieron aparentemente asfixiados.
"Un enorme número de personas de Guta ha muerto, y los médicos y testigos
describen detalles horribles de lo que
parece un ataque con armas químicas", señaló en la nota el responsable
para Oriente Medio de HRW, Joe Stork.
Los testigos señalaron que aparentemente resultaron
afectadas varias poblaciones como Zamalka, Ayn Tarma y Moadamiya, y que
"creen que eran armas químicas transportadas
por misiles lanzados desde zonas de la ciudad de Damasco controladas por el
Gobierno", agrega el comunicado.
Dos médicos dijeron a HRW que los afectados padecían síntomas "consistentes" con la exposición a
agentes nerviosos, como asfixia, problemas respiratorios, náuseas,
convulsiones, mareos, salida de líquido de ojos y nariz, visión borrosa o
pupilas rojas o dilatadas.
Los facultativos también dijeron que los servicios sanitarios de la zona se están quedando sin medicamentos para
tratar estos síntomas.
HRW insistió en que el Gobierno sirio debería dar a la misión de la ONU de
expertos en armas químicas, que llegó a Damasco el pasado fin de semana e
inició su trabajo el pasado lunes, "acceso
y cooperación plena" a fin de determinar quién es el responsable del
ataque.