Cécile Kyenge se encontraba en una fiesta del gobernante Partido Demócrata (PD) en la localidad de Cervia, al noreste de Italia, cuando un grupo de jóvenes comenzó a arrojarle bananas. Tras no poder asestarle ningún golpe huyeron del lugar.
La principal sospecha es que se trataba de militantes del movimiento de extrema derecha Fuerza Nueva, que se habrían infiltrado en la celebración.
"Con la gente que muere de hambre y la crisis es triste desperdiciar comida así", fue la respuesta de Kyenge a través su cuenta de Twitter.
"Había un grupito de opositores, pero nadie los vio. Se escaparon enseguida. Tiene que ser gente que en la vida recoge lo que siembra. La ministra no comentó el episodio de modo particular porque es una persona educada", contó Paola de Micheli, dirigente del PD y testigo de los hechos.
Un día antes, en el mismo lugar en el que se celebraba la fiesta del PD, otro grupo de militantes de Fuerza Nueva había colocado tres maniquíes manchados con pintura rosa. Al lado había panfletos contra el plan del Gobierno italiano para dar la nacionalidad a los hijos de inmigrantes nacidos en Italia. Según ellos, "la inmigración mata".
De todos modos, la dirección del partido se deslindó de lo ocurrido. "Fuerza Nueva desmiente del modo más absoluto que un militante suyo haya lanzado bananas hacia la ministra Kyenge durante la Fiesta de la Unidad de Cervia y, por tanto, no puede sino anunciar una querella contra todos esos medios que enseguida, sin pruebas y sin contrastarlo lo más mínimo han atribuido ese gesto al Movimiento", dijo Roberto Fiore, su secretario nacional.
Hay varios antecedentes de ataques racistas contra Kyenge. Dolores Valandro, una consejera de la Liga Norte, escribió en junio pasado un mensaje en su cuenta de Facebook en el que preguntaba si no había nadie dispuesto a violarla, luego de que defendiera a los inmigrantes tras conocerse el caso de un africano que había intentado abusar de dos jóvenes.
Valandro fue expulsada del partido por ese comentario. También fue condenada a cumplir de 13 a 17 meses de prisión y 3 años de inhabilitación para ejercer cargos públicos por instigación a cometer actos de violencia sexual por motivos raciales.
El hecho más reciente se produjo hace diez días, cuando Roberto Calderoli, el vicepresidente del Senado, también de la Liga Norte, comparó a Kyenge con un orangután. El resto de los partidos exigió su dimisión, pero no tuvieron éxito.