El ex director general del FMI, Dominique Strauss-Kahn, se sentará en el banquillo de los acusados para ser juzgado por proxenetismo en Francia, una vez que la instrucción ha concluido que tenía una red de prostitutas a su servicio organizada por un grupo de conocidos.
Strauss-Kahn tendrá que responder ante el Tribunal Correccional de Lille por proxenetismo agravado en reunión, un delito castigado con hasta 10 años de cárcel y 1,5 millones de euros de multa, junto a otras doce personas, indicó hoy la Fiscalía.
La Fiscalía de Lille, que había pedido que se archivaran las acusaciones contra el ex ministro de Finanzas, tiene un mes para decidir si recurre la decisión de los tres jueces instructores, aunque probablemente dará a conocer su posición la semana próxima. Si finalmente no lo recurre, el juicio podría celebrarse de aquí a un año.
Entre los encausados en este caso junto al antiguo dirigente socialista, que tuvo que dimitir de su puesto de director del Fondo Monetario Internacional (FMI) por otro escándalo sexual con una empleada de limpieza de un hotel de Nueva York en mayo de 2011, hay un comisario de policía, empresarios y un conocido proxeneta belga.
Strauss-Kahn, conocido por las siglas de su nombre, DSK, fue acusado en marzo de 2012, después de una maratoniana sesión de 32 horas de declaración ante los tres jueces instructores.
Hoy su reacción ha sido por vía de sus abogados, que hicieron público un comunicado en el que denunciaron que los magistrados se habían ensañado con su cliente.
Una visión muy diferente tiene el abogado de la acusación particular Yves Charpenel, que en una entrevista a la "BFM TV" afirmó que DSK "difícilmente puede poner en duda" que las mujeres con las que tenía relaciones eran prostitutas, como pretendió ante los instructores.
Charpenel puntualizó que no se le reprocha haber sido cliente de mujeres que ofrecían sexo por dinero, sino de haber puesto en marcha una red para beneficiarse de sus servicios a través de un grupo de conocidos.
En mayo de 2011, antes de estallar el escándalo de la mucama, Strauss-Kahn aparecía como favorito para ganar la primaria de los socialistas franceses para las presidenciales del año siguiente.
En los últimos tiempos, además de separarse de su mujer, la conocida periodista Anne Sinclair que tanto le apoyó en el proceso en Estados Unidos, Strauss-Kahn se ha reconvertido en consultor y conferenciante en Francia pero sobre todo en el extranjero.