"A los 14 años ya ganaba algún dinero con la música, mientras hacía mis estudios escolares. Desorientado en mi ambiente y enamorado de una chica que se fue a Nueva York, viajé detrás de ella", contaba Héctor Lavoe en una entrevista publicada por El Tiempo, que fue realizada en los años de gloria de 'El Cantante', como solía llamar su público al músico oriundo de Puerto Rico.
Lavoe en realidad se llamó Héctor Juan Pérez Martínez. Durante su carrera, coartada por el abuso de las drogas y el HIV, produjo más de 40 discos. Integró primero la orquesta de Willie Colón, para luego lanzar su carrera solista, en 1975, con el disco 'La Voz'.
Murió el 29 de junio de 1993 y fue enterrado en los Estados Unidos. Puntualmente en el cementerio Saint Raymond del Bronx, Nueva York. Luego, sus restos fueron trasladados a la isla caribeña donde todo comenzó.
"En Nueva York tuve al principio vivienda donde mi hermana, pero mi novia me salió rodeada de mil novios, pues era muy coqueta. Allí viví en esas barriadas sucias pero rítmicas de los latinos y los negros, las pandillas con sus territorios, los desempleados que ocupaban el tiempo en hacer travesuras y los cañoneros en los bailes que buscaban una oportunidad. Allí conocí también el vicio", explicaba el artista, nacido en la localidad de Ponde el 30 de septiembre de 1946.
"En una de esas noches de fiesta, me subí o me subieron a cantar para interpretar Sombras, ese bolero que hiciera famoso el cantante venezolano Felipe Pirela. Gusté tanto al público, que aplaudió varios minutos seguidos, y el director cambió al cantante de planta de ese entonces por este servidor", dijo Lavoe respecto a sus inicios en la salsa.
"Mientras tanto, yo hacía mis travesuras y escapaba en estos tiempos del enrolamiento para la milicia, pues llevaban a los puertorriqueños a la guerra de Vietnam".
Respecto a su uso abusivo de las drogas, explicó: "En todos los ambientes se consumía droga en cantidad, especialmente el ácido. Aunque mi experiencia personal no ha pasado por él. Yo pasé por el efecto de otras drogas, y es un ensayo que no se lo recomiendo a nadie. Primero, me hicieron regalitos; después, cuando ya te hace falta, te la venden. Mi esposa, Nelda, a quien conocí en una presentación durante un baile, y Willie Colón, mi gran amigo, me ayudaron a salir del vicio. Ha sido una rehabilitación con recaídas, pero he terminado bien, sobre todo cuando me convencí de que no cantaba mejor por el efecto de la droga".
Éstas fueron algunas memorables actuaciones de 'El Cantante':