Junio es el mes el mes mundial de la afasia, un trastorno adquirido del lenguaje que afecta la habilidad de una persona para comprender y/o producir el lenguaje, sin afectar la inteligencia. Afecta la estructura del lenguaje, y la mayoría de las personas afásicas experimentan, además, dificultades para leer y escribir.
Entre las causas de la afasia, la más común es el ACV; cerca de 25-40% de los sobrevivientes de ACV tienen afasia. También puede aparecer como resultado de una injuria cerebral por un traumatismo craneoencefálico o un tumor cerebral, entre otras. Asimismo, si bien es mucho más frecuente dentro de la población adulta, puede ocurrirle a personas de todas las edades. El mejor tratamiento disponible incluye medicación y rehabilitación intensiva. Hay en la actualidad numerosos fármacos disponibles que favorecen la recuperación y potencian el efecto de la rehabilitación.
"Lo más recomendable es comenzar el tratamiento lo antes posible, o sea, en la fase aguda del ACV. Sin embargo, nunca es tarde para empezarlo, ya que existe evidencia de que los pacientes afásicos crónicos también pueden beneficiarse de la medicación y la rehabilitación", explicó la Lic. Daniela Szenkman, fonoaudióloga del Departamento de Lenguaje de INECO.
Si los síntomas duran más de dos o tres meses, será más difícil esperar una recuperación completa. "Es fundamental destacar que muchas personas continúan mejorando aún durante años e incluso décadas posteriores a la presentación de la Afasia. Para lograrlo, es necesario continuar realizando rehabilitación, con la mayor intensidad de tratamiento posible", remarcó Szenkman.
La afasia debe tratarse de modo intensivo desde el principio y continuar a pesar de que no se observen cambios evidentes, muchas veces los progresos se observan a largo plazo. "La mejora también implica un proceso que incluye tanto ayudar al paciente como a la familia a comprender la naturaleza de la afasia y aprender estrategias compensatorias para favorecer la comunicación", aclaró Florencia Salvarezza, directora del Departamento de Lenguaje de INECO.
No todas las personas afásicas tienen las mismas dificultades en el lenguaje. Algunas tienen dificultades para hablar, otras para comprender lo que se les dice, algunas no pueden encontrar las palabras que necesitan para expresarse y otras deben esforzarse por seguir una conversación. Algunas veces, la afasia es leve y puede no ser tan evidente. En otros casos, puede ser muy severa y afectar el habla, la escritura, la lectura y la comprensión del lenguaje.
A pesar de que los síntomas varían mucho, lo que todas las personas afásicas tienen en común son las dificultades para usar el lenguaje y comunicarse de modo eficaz.
Noelia Pontello forma parte del Departamento de Neurología Cognitiva de INECO y trabaja a diario con pacientes con este tipo de secuelas. Desde su lugar, resalta que siempre hay posibilidades de mejorar: "Por más incapacitante que sea el trastorno del lenguaje y por más que haya pasado mucho tiempo desde el momento de su instalación se pueden ver mejorías, el primer paso es hacer una consulta con un profesional especializado", sostuvo la especialista.