Lo llamó el Papa y creyó que era una broma para Tinelli

El padre "Pepe" Luque de Villa María fue compañero de seminario de Jorge Bergoglio. Cuando lo despertaron de la siesta para pasarle una llamada desde Roma pensó que era una broma

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Según informó la radio Villa María (Córdoba), Liliana Ramírez, una asistente del sacerdote cordobés, no daba crédito a lo que oía: era el Papa Francisco al otro lado de la línea preguntando por su amigo, el padre Pepe Luque, párroco del barrio Las Playas, en Villa María.

Hace 41 años, Luque y Bergoglio fueron compañeros de seminario y desde entonces se tratan respectivamente de "Negro" y "Gringo". "Hablamos como dos ex compañeros de seminario", comentó el padre Pepe sobre la llamada de su amigo, ahora Papa. "Hola, Negro Luque", le dijo el sumo pontífice.

El sacerdote cordobés contó que se había acostado a dormir la siesta "para después escuchar a Boca", cuando lo despertaron para avisarle que lo llamaba el Papa. "La señora que me cuida se pegó un susto bárbaro. Mirá si (Francisco) se va a tomar el laburo de llamarme a mí. Pensé que era una 'joda' para Tinelli", relató el padre Luque por radio Centro. "Ustedes están 'mamados', miren si me va a llamar el Papa a mí", dijo el párroco cuando lo despertaron.

"Cuando lo escuché, lo 'saqué' enseguida. La misma voz del seminario y las mismas expresiones. Dice cosas profundas, pero sigue siendo el mismo gringo Bergoglio", dijo Luque.

Al parecer, el motivo del llamado es que amigos que el sacerdote tiene en la Cancillería le habrían avisado a Francisco de que su amigo está enfermo. Luque tiene 73 años y por la dolencia que padece necesita del cuidado de otras personas. Vive en el barrio Las Playas, donde está al frente de una parroquia de barrio. Fue capellán de Gendarmería y ahora está retirado, según dice, en donde más cómodo se siente: "Siempre fui negro de barriada, de pobreza. Nunca tuve mucho pergamino para presentar", dijo.

Por eso, coincide con su ex compañero de seminario, en su opción por los pobres y las periferias: "Hay que meterse entre la gente, a servirlos. ¿Para qué queremos una iglesia rica?"

Bergoglio le envió una bendición para todo el barrio, contó Luque, todavía sorprendido por este llamado: "Me quedé pedaleando en el aire… que se acordara de mí después de 40 años fue magnífico". "Me dio la impresión de que él agarra el tubo y habla directamente", dijo el sacerdote cordobés.

El padre Luque cree que Francisco "va a traer una reforma positiva" para el catolicismo: "Es una bendición del cielo. A la Iglesia la podrán castigar y cuestionar, pero quien la guía es el Espíritu Santo, quien nos regaló este Papa que va a poner en orden muchas cosas".

Luque concluyó la charla que tuvo con radio Villa María con la frase del sargento Cabral: "Yo ahora puedo morir contento, hemos batido al enemigo".