La historia de la frase que usó Carlos Fayt para defenderse de las críticas

El lunes, la presidente Cristina Kirchner arremetió contra el decano de los supremos. Ayer, el magistrado se defendió citando un adagio acuñado por un editorialista del periódico inglés The Guardian

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La frase fue esgrimida como defensa por el veterano juez Carlos Fayt ante la embestida de la presidente Cristina Kirchner, quien el lunes atacó al juez de la Corte aduciendo algunas inexactitudes.

Desde su cuenta en Twitter, la mandataria había deslizado que Fayt se mantiene en su cargo por "una acordada" de la Corte, a pesar de la exigencia constitucional de renovar la designación cada cinco años que se instauró con la reforma de 1994.

El magistrado hizo llegar a la prensa, por intermedio de sus custodios, una lacónica respuesta: "Los hechos son sagrados, pero el comentario es libre".

En el contexto de la polémica, la frase parece apuntar a ciertas inexactitudes en las que cayó la mandataria. Por ejemplo, al asegurar que Fayt continúa en el cargo gracias a "una acordada", cuando en realidad se trata de un fallo de la Corte que respondió al pedido del juez.

La frase se remonta a casi un siglo atrás, cuando el matutino inglés The Guardian celebraba su centenario, en 1921. El entonces editor Charles Prestwich Scott –quien llevaba 50 años trabajando en el periódico al momento de la celebración­– fue el encargado de redactar el artículo "Cien años", que con el tiempo se convirtió en un manifiesto en defensa de la libertad de expresión.

C.P. Scott –quien además de periodista fue miembro del Parlamento inglés– no sólo dejó para la posteridad la tan conspicua frase –"Comment is free, but facts are sacred"–, sino que todo su escrito trascendió por sus lúcidas consideraciones en torno a la práctica del periodismo.

En 2002, The Guardian reeditó la pieza, en la que pueden leerse las siguientes consideraciones:

"Un diario tiene dos caras. Es un negocio, como cualquier otro, y tiene que pagar, en el sentido literal, para vivir. Pero es mucho más que un negocio; es una institución; refleja e influye en la vida de toda una comunidad; afecta incluso destinos más amplios. Es, a su manera, un instrumento de gobierno".

"Ni en lo que se da, ni en lo que se deja de dar, ni en el modo de presentarlo debe el rostro límpido de la verdad sufrir ningún mal. El comentario es libre, pero los hechos son sagrados".

"Una de las virtudes, tal vez la virtud rectora, de un diario es la independencia. Cualquiera sea su posición o ideología, cuanto menos debe tener su propia alma".