¿Es posible tener una familia numerosa?

Son pocos los que hoy apuestan a una "familia de muchos". Crecen las de un solo hijo y en Brasil se disparó el fenómeno de las mujeres sin hijos. Por qué la sigla TGF (Tasa Global de Fecundidad) será la clave del futuro

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A pesar de que las estadísticas globales no ayudan a impulsar las familias numerosas, el Papa Francisco cree que es la "llave maestra" para sanar la sociedad.

Es que el debate alrededor de las familias numerosas es interesante y difícil de precisar porque la "foto social" está muy polarizada en el caso argentino .

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) las familias con 4 hijos o más son consideradas numerosas, y en algunos países la línea divisoria empieza con tres hijos porque ya rompen con el standard de la familia tipo (dos hijos).

En nuestro país hoy, la mayor cantidad de familias numerosas se encuentran en las dos puntas de las pirámide social: familias de clase baja por debajo de la línea de pobreza y en el "techo", el segmento de clase alta.

Una foto que hoy parece lejana, pero ¿quién no tuvo o tiene un abuelo o abuela con más de 5 hermanos?

Según las cifras del último censo de 2010 lo que está en jaque en la Argentina y en el resto del mundo es la tasa global de fecundidad (TGF), una sigla que será la clave para comprender el futuro .

La pirámide de población argentina (Censo 2010) confirma la tendencia al aumento de la población adulta mayor y, a la vez, da cuenta de menores niveles de natalidad.

En la región, la Argentina integra junto a Chile, Cuba y Uruguay, el grupo de países con una transición demográfica avanzada, caracterizada por poblaciones con natalidad y mortalidad moderada o baja, lo que se traduce en un crecimiento natural bajo, del orden del 1%.

De acuerdo con los últimos datos ofrecidos por el Ministerio de Salud junto a las proyecciones de población de mujeres por edades del INDEC, la tasa global de fecundidad (T.G.F) en 2009 en la Argentina se ubica en los 2,36 hijos por mujer, valor por encima del límite del reemplazo generacional (2,1 hijos por mujer). Históricamente la Argentina tuvo tasas menores de fecundidad comparada con otros países de América Latina.

La T.G.F de la Provincia de Buenos Aires ronda los 1,9 hijos por mujer, (por debajo del nivel de reemplazo), siendo la única jurisdicción del país que ostenta este fenómeno.

La mayoría de las provincias del noroeste y noreste argentino (Chaco, Corrientes, Formosa, Jujuy, Misiones, Salta, San Juan,Santiago del Estero y Tucumán) según el censo 2010 demostraron que mantienen tasas de natalidad por sobre el promedio nacional, sin embargo, sus poblaciones han experimentado una fuerte emigración hacia centros urbanos como GBA.

      

La tapa de la revista Veja es contundente. En Brasil, hay una franja creciente de mujeres entre 30 a 45 años que decidieron decirle NO a la maternidad. Toda una decisión basada en que prefieren poner su energía y expectativas de futuro alrededor de su carrera profesional.

Y aquí el nodo del problema: "las sociedades con menos niños y más viejos es un fenómeno irreversible", declaró el especialista en Demografía checo Tomás Sobotka a la revista Veja y uno de los responsables del Instituto de Demografía de Viena.

"No veo ninguna razón que estimule a los hombres y mujeres de hoy a tener muchos hijos, explica Sobotka. En las próximas dos o tres décadas es muy probable que los países africanos lleguen a dos hijos por mujer contra la media actual de cinco. Deberemos adaptarnos a una nueva realidad demográfica" .

En algunos países de Europa, lo que provoca la declinación poblacional tan marcada es la conjunción de dos factores demográficos: los pocos nacimientos y mucha gente dejando el país al mismo tiempo. Y esto ocurre en una franja estratégica entre los 18 y 25 años que son los "formadores de familia". Algo muy manifiesto en países como Bulgaria, Hungría, y Ucrania post caída del muro.

"Las políticas económicas que brindan seguridad y estabilidad son mucho más efectivas que las campañas pro-natalidad, que ya implementaron países como Japón o Australia, entre otros", precisa Sobotka.

Los González

La decisión de formar una familia numerosa está atravesada por varios condicionantes: y pesa más el deseo ideológico-conceptual de elegir un grupo familiar grande , que la decisión económica vinculada al miedo de los padres a no poder asumir un futuro próspero y digno para sus hijos.

El caso de la familia argentina González es representativo de que cuando se quiere se puede: ellos son papá Mario y mamá Luciana y tienen 5 hijos, de 15, 13, 10, 5 y 2 años.

Ella es nacida en la Ciudad de Buenos Aires y él en Vicente López, "de toda la vida". Desde que se casaron ambos querían fundar una familia numerosa y justamente por eso iniciaron su vida familiar en la zona Norte, cerca de los padres de Mario, con más espacios verdes y con la opción de comprar una casa y no vivir en un departamento.

Ambos son odontólogos recibidos en la UBA y con consultorio propio. Viven bien, sin estridencias y llegan justo a fin de mes. Lo que más han desarrollado es el ingenio y conocen perfectamente sus limitaciones.

Algo fundamental en el caso de los González es que cuentan con la ayuda de los abuelos,  "sino sería absolutamente imposible", decreta Luciana.

La clave de la economía familiar fue la toma de algunas decisiones  que los ayudan a vivir una vida plena: "Elegimos enviar a los chicos a colegios públicos. Comemos eventualmente afuera, y apostamos a una casa grande para que todo ocurra allí: cumpleaños, grupos de estudio, cenas familiares; reuniones; esto aunque parezca mentira nos hace ahorrar mucho dinero, explica papá Mario.

El otro gran tema son las compras del supermercado, hacemos un delicado equilibrio entre una compra mayorista y lo diario. Hemos ido al Mercado Central y a veces nos juntamos con mis padres y suegros y compramos para todos, dice Mario.

"Vivimos sin tiempo y enloquecidos pero somos felices. A veces nos angustiamos mucho porque se siente que no damos a vasto con toda la responsabilidad, pero es fundamental haber creado un grupo familiar solidario", dice mamá Luciana.

Sobre la crianza

En las familias numerosas hay una reflexión importante acerca de cual es el lugar de la crianza, cuales son sus desafíos. Hay que desarrollar habilidades para atender las múltiples demandas de cada uno de los integrantes de la familia.

"En una familia de muchos, hay que establecer prioridades, diferenciar lo importante de lo urgente. Jerarquizar los problemas y las actividades. Ayuda mucho el hecho de establecer rutinas para facilitar "las vías", para que las cosas fluyan de manera organizada, explica la Licenciada Andrea Baldantoni, especialista en niños, adolescentes y familia.

El tiempo es un bien escaso, por ende hay que establecer un manejo adecuado para que todos puedan "disfrutarse y tenerse".

¿Cuáles son los riesgos de una mala administración del tiempo y energía en una familia numerosa? el stress en los padres y muchas veces de otros integrantes de la familia. Este se produce cuando la demanda externa es superior a lo que yo puedo enfrentar, razona Baldantoni.

Se valora también una buena red de soportes: la familia si se tiene la suerte de tenerla cerca o también un grupo de profesionales para estar cubiertos frente a las mini situaciones de crisis o emergencia: pediatra, dentista por ejemplo.

"Es importante que en la familia prime el criterio de cooperación y solidaridad familiar, esencial para lograr una identidad familiar cohesionada y que permita ponerse en el lugar del otro", concluye la especialista.